Se creen los únicos que pueden decidir el estilo de vida que quieren llevar y, lo que es peor, se sienten capacitados por alguna fuerza misteriosa para imponer a todos los demás esa decisión suya. Son tan débiles que no soportan la diferencia. Son tan superficiales que no entienden nada de respeto. Son tan resentidos que no quieren nada que no se ajuste a su rancia manera de entender la vida. Son tan incapaces de vivir la vida que quieren que todos vuelvan a donde ellos están, al siglo XIII, con Tomás de Aquino, del que maman todas sus deformaciones. Intelectualmente son unos prepotentes sin base. Ignoran la mayoría de las verdades de la ciencia y se fían sólo de sus creencias sin base. No viven, se refugian. Las ideas son más importantes para ellos que las personas. No creen en los Derechos Humanos. No creen en la libertad. No creen en la igualdad. No creen en el hombre. Lo único que tienen es miedo, miedo a la vida, miedo a las jararquías que ellos mismos se han impuesto, miedo a un Dios que se han inventado porque les interesa y sin el que no pueden vivir.
En nombre del laicismo, de los Derechos Humanos y del ser humano que podemos llegar a ser todos, me rebelo en contra del catolicismo español. ¿O creen también que sólo se pueden movilizar ellos?
Puedes leer aquí la información de El País de hoy.
Creo que toda opinión es respetable y cuanto menos asi me lo han enseñado a lo largo de mi vida en cada uno de los centros de estudio en los que he estado, entre ellos el Luis Buñuel donde usted me dio clase. Respeto su opinión pero yo me considero Cristiano - Practicamente, es decir, todos los días rezo y bajo a la parroquia, creo que al igual que usted piensa los cristianos pueden pensar de la gente que no cree, es decir, se refugian en decir que Dios no existe para hacer la vida loca pero en el fondo tienen miedo a ese Dios de que hablan los cristianos. Es mi opinión.
ResponderEliminarUn saludo.