No sé si habrá algo más delicado que emitir un juicio. Si te pones dogmático y sueltas un juicio tajante sobre algo, fácilmente te podrán decir que quién te crees que eres para hablar así de algo tan complejo como la realidad. Si suspendes el juicio y te consideras incapaz de hablar de la realidad, te las darán por todas partes e irás por la vida como quien no se entera de nada. Si te vistes de relativista y aceptas que todo el mundo tiene su razón, corres el riego de que tengas que aceptar ideas que no te gustaría aceptar. O sea, que mejor, no juzgues. Pon más energías en comprender a los otros que en juzgarlos, a menos que los otros, abusando de tu buena voluntad, actúen claramente en contra de los Derechos Humanos. En ese caso, sin piedad.
El tema del juicio es muy complejo. Damos nuestra opinión, y al final, si nos analizamos, nos damos cuenta de que estamos juzgando, y de que también nos podrían juzgar a nosotros.... todo es muy complejo.
ResponderEliminarTal vez sea juzgar ideas, no personas....bueno, no estoy muy segura, porque a veces hay que tomar partido de modo firme.