martes, 25 de mayo de 2010

Juicios


No sé si habrá algo más delicado que emitir un juicio. Si te pones dogmático y sueltas un juicio tajante sobre algo, fácilmente te podrán decir que quién te crees que eres para hablar así de algo tan complejo como la realidad. Si suspendes el juicio y te consideras incapaz de hablar de la realidad, te las darán por todas partes e irás por la vida como quien no se entera de nada. Si te vistes de relativista y aceptas que todo el mundo tiene su razón, corres el riego de que tengas que aceptar ideas que no te gustaría aceptar. O sea, que mejor, no juzgues. Pon más energías en comprender a los otros que en juzgarlos, a menos que los otros, abusando de tu buena voluntad, actúen claramente en contra de los Derechos Humanos. En ese caso, sin piedad.



1 comentario:

  1. El tema del juicio es muy complejo. Damos nuestra opinión, y al final, si nos analizamos, nos damos cuenta de que estamos juzgando, y de que también nos podrían juzgar a nosotros.... todo es muy complejo.
    Tal vez sea juzgar ideas, no personas....bueno, no estoy muy segura, porque a veces hay que tomar partido de modo firme.

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