jueves, 20 de mayo de 2010

Desvelos / 2


El salvaje urbano tiene que aparecer siempre. No sé si será el resentimiento, la falta de sensibilidad, el embrutecimiento esculpido tarde a tarde ante la falta de cariño, la estupidez cincelada delante de la televisión o, quizás, el alcohol ingerido estúpidamente. El caso es que una ocasión de gozo público tiene que ser estropeada por estos salvajes, que lo mismo rompen fotografías, que se cuelan en fiestas de deportistas o que destrozan o estropean el mobiliario urbano. Hay que ser muy críticos y hay que plantearse en serio la educación del ciudadano, en las escuelas y fuera de ellas. ¿Por qué no se usa la televisión para transmitir valores ciudadanos y democráticos, en lugar de procurar la anestesia y el embrutecimiento de la población?













No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes expresar aquí tu opinión.