Esta semana he ido un día a Madrid. Tuve que tomar 4 autobuses, dos interurbanos, gestionados, como se sabe, por doña Esperanza Aguirre Gil de Biedma, condesa consorte de Murillo, y otros dos de la EMT, dependientes del Ayuntamiento de la capital presidido por don Alberto Ruiz Gallardón.
En el exterior había unos 30º de temperatura, pero en 3 de los 4 autobuses no había aire acondicionado. Estoy seguro de que esta será la misma proporción en la que tampoco funcionará el aire acondicionado de los coches oficiales de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid, porque, si no es así, sería una tremenda vergüenza para estos gobernantes.
De todas formas, tengo el fuerte presentimiento de que si siguen votando a estos dos, no siempre bien ponderados, gestores, pronto quitarán también el aire acondicionado del autobús que sí lo tenía. Al tiempo.
En el exterior había unos 30º de temperatura, pero en 3 de los 4 autobuses no había aire acondicionado. Estoy seguro de que esta será la misma proporción en la que tampoco funcionará el aire acondicionado de los coches oficiales de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid, porque, si no es así, sería una tremenda vergüenza para estos gobernantes.
De todas formas, tengo el fuerte presentimiento de que si siguen votando a estos dos, no siempre bien ponderados, gestores, pronto quitarán también el aire acondicionado del autobús que sí lo tenía. Al tiempo.
Jajaja, si es que son un error de la naturaleza toda esa gente!!!
ResponderEliminarEncontre un comentario suyo en internet, sobre "AMOR PUBLICO" me parecio una deduccion perfecta para aclarar algun interrogante de mi interior, no satisfecho, apenas lei unas lineas percibi que tenia que tener alguna relacion con la filosofia, averiguando mas sobre usted llegue a su blog que seguire, para aprender de su parte intelectual y conocimiento. Soy rara tambien, por suerte,los normales me asustan y harian que me encierre en algun lugar para no verlos, me quedo con los raros.me gustaria responderle mas a mi interios, sobre, que es eso del amor, del dolor, del otro que creemos necesario para ser feliz y sin ello no podemos. De ese otro que necesitamos para sonreir, seguir, proyectar, ese otro que no encontramos dentro de nosotros mismos.
ResponderEliminar¡qué vergüenza! parece que el transporte público es para castigar a la gente y sentirse pobretón del todo.
ResponderEliminarPara Andra.
ResponderEliminarEs un placer para mí, Andra, que entres en el blog y que participes en él. Hazlo cuando quieras que te leeré y te leeremos con interés.
En realidad, lo que debería ser normal es hoy raro y, en cambio, lo que dedería ser raro es lo normal. Así va el mundo.
Un abrazo de raro a rara.