BLANCO:
Viene del germánico, entra en latín tardío y de ahí al
castellano. Está incluso en inglés blank,
aunque es poco usual frente a white,
y en las lenguas eslavas. Castellano blanco,
portugués y gallego branco,
francés y catalán blanc,
italiano bianco
(euskera zuri).
En latín había dos palabras: una era ALBUS,
de donde viene alba (amanecer) o albino; se conserva en rumano, alb
(blanco). Ya dijimos (30 de mayo) que hay una raíz indoeuropea más
profunda, bhel-
que significaba brillante, de la que arrancan blanco, blavus
(azul) y flavus
(amarillo), y otras palabras como flamma
(llama) o fulmen
(rayo). La otra palabra latina era CANDIDUS,
blanco brillante. De ella viene cándido, porque los niños solían
vestir de blanco; candidato, porque los que se presentaban a las
elecciones llevaban togas muy blancas; y candor, candente,
incandescente, candidiasis. En griego es leukós,
de donde leucocito.
NEGRO:
También había dos palabras en latín: ater
(negro mate) y niger
(negro brillante). ATER
es el origen de atrio, la parte semiabierta de la casa donde estaba
el fuego, que adquiría el color del humo, y atrabiliario, por la
bilis negra. De NIGER
viene denigrar. Es común a las lenguas latinas, incluso en rumano es
negru,
aunque en portugués preto
(ya lo explicamos en su día, 13 de junio). Pero no es común a las
lenguas indoeuropeas: black
en inglés, czarny
en polaco, melas
en griego, de donde vienen melanina, melancolía; en euskera, beltza.
Nigger
pasa al inglés desde la época de la esclavitud, con matices
peyorativos.
ROJO:
Es el primer color del arco iris, es el color por excelencia, de
hecho le podemos llamar colorado (de color). Está en muchísimas
banderas. La palabra rojo plantea problemas de matices (incluso
políticos; en mi niñez, época franquista, se decía colorado o
encarnado, nunca rojo). En la Edad Media el castellano usó bermejo,
hoy catalán vermell,
(Caperucita Roja es Caputxeta
Vermelleta)
portugués vermelho,
gallego vermello.
Rojo triunfa en castellano en el S. XV. Viene de RUSSEUS,
rojo en latín vulgar. El latín culto prefería RUBEUS
o ruber,
origen de rubio, y del rouge
francés, que no es, pues, hermano gemelo del rojo español. En
Aragón de este origen, rubeus,
tienen royo, que es como llaman a los pelirrojos. El color russeus
o rubeus
significaba una gama desde amarillo rojizo al rojo dorado, por eso
hablaba de matices del arco iris. Decimos pelirrojo o llamamos rojo a
un caballo de color amarillo fuerte, lo que es prueba de esta
amplitud original del término rojo. De rubeus
vienen rubí, rubor y rúbrica (sería con tinta rojiza). De la misma
raíz es erizrós,
rojo en griego, de donde eritrocito. No se crea a partir de esta raíz
hematíes, sino de haima
- sangre, de donde hematoma, hemorragia o hemorroide. Rojo en euskera
es gorri,
que también significa pelado, es el color de la carne sin la piel,
como nuestro encarnado. Hay quien relaciona rojo con arrojar y
arroyo, pero no parece muy fiable.