Decía Rosa Montero en su columna titulada Ellas del 15 de febrero de 2011 en el diario El País que
“…esos millones de mujeres maltratadas se están moviendo. ¡Y cómo se mueven! Sus pisadas están cambiando el rotar de la Tierra. Desde las egipcias de las revueltas populares a las mexicanas que combaten el narcotráfico. Una marea silenciosa de heroínas civiles. Déjame que te hable de dos de ellas: de Yirgalem Fisseha, una de las pocas periodistas de Eritrea. Detenida el 22 de febrero de 2009. Lleva más de un año en aislamiento en condiciones terribles. Y de Agnés Nkusi, de Ruanda, editora de un periódico, en prisión desde julio de 2010 y condenada a 17 años. Las dos encarceladas simplemente por informar, dice Reporteros Sin Fronteras. Miro sus fotos: son jóvenes, son guapas, están muy solas. Únicamente nos tienen a nosotros: esta mención en mi artículo, tus ojos que lo leen. A ver qué haces.”
Pues lo que se me ocurre es investigar un poco en la vida de estas dos mujeres y difundir su situación. La información que ofrece la ONG Reporteros sin Fronteras es la siguiente.
Agnés Uwimana Nkusi fue arrestada el 8 de julio de 2010 y permanece en prisión preventiva en la comisaría de Remera, en Kigali, a consecuencia de la publicación de varios reportajes sobre temas “delicados”. Entre éstos se incluyen artículos que analizaban y cuestionaban el asesinato de Jean-Léonard Rugambage, editor de Umuvugizi, y el intento de asesinato en Sudáfrica de un militar exiliado, el general ruandés Kayumba Nyamwasa. Fue acusada de incitar a la desobediencia civil, de insultos al presidente, de propagación de falsedades y de negación del genocidio Tutsi. Se espera que Nkusi sea sometida a juicio pronto. Se desconocen las condiciones de su detención.
En cuanto a la periodista y ensayista Yirgalem Fisseha, trabajadora de la emisora de Asmara Radio Bana, fue detenida el 22 de Febrero de 2009, cuando las autoridades asaltaron dicha emisora y detuvieron a toda la plantilla. Enviada en un primer momento a la prisión militar de Adi Abeito, al noroeste de la capital, fue trasladada con posterioridad a la cercana cárcel de May Swra. Tanto su colega de Radio Bana Bereket Misghina como el joven poeta y escritor Meles Negusse Kifu están encerrados en la misma prisión. El 18 de Febrero de 2010, fuentes fiables en Eritrea comunicaron a Reporteros Sin Fronteras que la periodista y ensayista Yirgalem Fisseha Mebrahtu había pasado las últimas semanas en régimen de aislamiento en la prisión de May Swra, al norte de Asmara. Se desconocen los motivos por los que recibe este trato. Reporteros Sin Fronteras afirma que Yirgalem Fisseha lleva cerca de un año incomunicada en condiciones verdaderamente terribles que hacen temer por su salud, así como la de una veintena de periodistas detenidos en Eritrea.
Supongo que algo más se podrá hacer y se deberá hacer, pero no se me ocurre otra cosa.