miércoles, 22 de julio de 2020

lunes, 20 de julio de 2020

Parece que fue ayer


Delante de todos está don Recaredo, un cura de voz melodiosa y dulce, que predicada con los ojos cerrados para no ver a los pecadores, según me dijeron que decía. 
Los Hermanos de la Salle, a su lado, son el Hermano Director, cuyo nombre no recuerdo, y el Hermano Agustín, "el de la carita chica", que me dio clases un par de años. 
Detrás una corte de marineros, almirantes, galanes de Hollywood y gentes de bien vestir, todos subidos en las "bancas", nombre que se le daba entonces a los pupitres. 
Era el primer "Día más feliz de tu vida". Luego, como ocurre con los "partidos del siglo" de fútbol, vinieron más. El siguiente sería el día que se juraba bandera en la mili, que también tenía una buena dosis de felicidad oficial. Posiblemente habría otros, pero yo ya perdí la cuenta. 
Podría pensarse que cada uno lleva un móvil en la mano, pero no es así. Se trata de un libro de oraciones o de algo parecido, al que en casa llamaban el misal. Yo creo que no lo abrí nunca por si se estropeaba. 
Han pasado muchos años (mejor no pensarlo), pero parece que fue ayer.

Rebrotes y educación



Comienzan los temidos (no sé si por todos) y esperados rebrotes del Covid-19. Según datos del Ministerio de Sanidad, un 15% de los casos aparecen entre temporeros que recogen la fruta, una actividad que se considera inevitable y que tiene difícil solución, como no sea la de no comer fruta y arruinar los campos. Más de la mitad de los rebrotes aparecen en fiestas familiares y en actividades de ocio nocturno, como botellones masivos, fiestas descontroladas en lugares cerrados, etc.

Si todos usáramos las mascarillas, mantuviéramos la distancia de seguridad y nos laváramos las manos con frecuencia, la enfermedad quedaría pronto controlada, pero no es esto lo que ocurre. ¿Por qué no ocurre?

En mi opinión, en el fondo de esta respuesta incívica hay un problema de educación que ya viene de hace bastantes años. Una persona educada es la que cumple las normas convenientes para que las personas vivan como seres humanos y para que la sociedad sea cada vez mejor.

Educar a una persona consiste no en decirle solo lo que tiene que hacer, sino en argumentárselo con claridad y en procurar desde pequeño que lo haga, para que adquiera el hábito, la costumbre de actuar bien. Esto solo se puede hacer en casa, en la familia, y empleando en ello tiempo y ganas.

Solo puede educar una persona educada, pero desde hace algunas generaciones esto no ocurre. Yo lo he vivido directamente en las aulas y, sobre todo, fuera de ellas. Sé que hay personas educadísimas y llenas de valores humanos, pero sé también que hay otras muchas en las que esto no ocurre.

¿Cómo vamos a esperar que cumplan las normas para prevenir la enfermedad personas que no escuchan, que insultan en lugar de razonar, que no admiten jamás que deben cumplir algo que no les apetece y que incitan a los demás a que hagan lo que les dé la gana? ¿Por qué nos encontramos con padres y abuelos que funcionan así? ¿Cómo vamos a esperar que sus hijos salgan preparados para vivir en una sociedad democrática y civilizada?

El problema de la Covid-19 tiene, como casi todo, un fuerte componente de educación. Mientras no se aborde en serio esto, los desastres triunfarán entre nosotros.

Dicho en el pasado. Con los demás

Cuando te sientas bien, procura que otras personas también se sientan así. Cuéntalo. Compártelo. Vívelo con los demás.
Buenos días.

Gregor Mendel. Hombres y Mujeres de Ciencia. El Calendario de Bautista. 20/ 7/ 2020.





Tal día como hoy de 1822 murió Gregor Mendel

Tienes más información aquí.

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Los lunes, músicas nuevas. Arca


Aquí queremos mucho a ARCA, cantante y productora venezolana ahora afincada en España; queremos a Alejandra (como quisimos a Alejandro), que nos ha deleitado siempre con sus propuestas sonoras. Este es el adelanto de su esperado siguiente álbum.


sábado, 18 de julio de 2020

Dicho en el pasado. Encajar

Iba yo cumpliendo dócilmente el castigo divino de tener que andar a toda velocidad durante un buen rato cada día, cuando oí a una señora ya mayor, que le decía a otra:
“Hay que encajar todo lo que nos mande la puta vida”
Me pareció muy sabio.