Lo más fácil y simple es ser de
derechas. En su lenguaje algo tosco, Fraga decía en su momento que
era lo natural. Basta con dejarse llevar por algunas emociones que
generen poca cohesión y considerar solo lo que una visión
individualista nos muestre para adoptar una postura de derechas. Ser
de izquierdas quizá sea más difícil. Para ello hay que sentirse
viviendo en un mundo en el que junto a uno está el resto de los
seres humanos, y plantearse racionalmente cómo deben ser las
relaciones con ellos. Hay que tener también la madurez suficiente
para que aparezca una sensibilidad ética que nos descubra, por
ejemplo, la necesidad de la libertad no de unos pocos, sino de todos, de la igualdad entre
todos y de la justicia para todos. Hay que ser muy generoso,
reflexivo y solidario para ser de izquierdas, y eso es siempre difícil.
Buenas noches.