Cuando murió la ética, se vinieron
abajo con estruendo la educación, la cultura, la idea de un mundo
bueno y la meta de una humanidad cada vez mejor. La realidad se
cubrió entonces de una nube espesa, ruidosa y aislante y el ser
humano se perdió una vez más. No parece que haya resurrección que
valga.
Buenas noches.
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