El problema fundamental de la vida es un problema ético.
¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano?
¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
El
granadino JOSÉ IGNACIO LAPIDO, que fue líder del grupo 091 allá
por los 80, es un magnífico autor, de enorme calidad, es un pilar en
la historia del pop español.
Esa mítica frase hacia l@s niñ@s de “pórtate bien que si no, no vas a recibir regalos en Navidad”, es un mensaje sutilmente tóxico que hace que se porten bien por miedo y no por los principios y valores de que hay que hacerlo porque es algo bueno y deseable para su propio crecimiento personal y en relación a l@s demás. Quitar los regalos sería un castigo negativo. Y las teorías psicológicas del aprendizaje ya han evidenciado suficientemente que el castigo no es una buena estrategia de educación, porque tal vez se consiga a corto plazo eliminar las conductas no deseables, pero no a medio ni largo plazo. Y además conlleva consecuencias emocionales negativas, con lo cual no es ético educar así. Lo adecuado es centrarse en educar y modelar a través del refuerzo y la valoración positiva de los comportamientos deseables, con elogios y premios reconfortantes que muestren la satisfacción que nos producen esas actitudes a la vez que les evidenciamos lo que deben cambiar y mejorar.
Y, por supuesto, nosotr@s somos el mejor modelo a seguir para nuestr@s hij@s en su educación. Y dar ejemplo es la principal manera de influir en sus buenos comportamientos y actitudes.
Por otro lado, vivimos en una sociedad excesivamente consumista y materialista; y creo que habría que racionalizar y limitar ese tipo de regalos materiales excesivos. El mejor regalo que puede recibir un@ niñ@ es el tiempo y la dedicación afectiva de sus padres y madres. Y las investigaciones demuestran que así lo valoran la mayoría de l@s niñ@s.
Cuando regalamos algo, ya sea material o no, es para mostrar gratitud y generosidad transmitiendo afecto a través de ese gesto. Y a l@s niñ@s se les enseña así la importancia de dar y de recibir; y la satisfacción que ambos actos producen.
Regalemos, pues, mucho amor y tiempo para ell@s. Y transmitamos valores libertarios y solidarios a nuestr@s hij@s para que aprendan también a empatizar y compartir con quienes a su alrededor viven situaciones de necesitad.
Mi abrazo y mi pequeño homenaje desde aquí para Eduardo y Jonatan, dos preciosos niños gitanos que tuve la suerte de conocer antes de ayer y me hicieron un bonito regalo transmitiéndome su cariño y alegría, a pesar de vivir en una situación delicada y haber padecido en su propia piel un terrible incendio.
No es necesario ni conveniente que sea
así, pero, de hecho, la cultura se defiende sola. Los poderes no
tienen nada que hacer contra ella. Podrán ir contra los ciudadanos,
pero no contra la cultura.