La realidad es muy cabreante para
cualquiera que tenga un poco de sentido crítico. Pero el estar
permanentemente cabreado hace que perdamos el sentido de la realidad,
que vayamos buscando lo cabreante y que no seamos capaces de valorar
lo que de bueno hay en la vida, aunque sea poco. Creo que es sano
controlar nuestra capacidad de cabreo y compensarla con la búsqueda
de lo agradable. Que de todo hay. Buenos días.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
viernes, 13 de septiembre de 2013
jueves, 12 de septiembre de 2013
Buenas noches. Te quiero
Hay en el lenguaje habitual algunas
expresiones que tienen una fuerte carga mágica. Creo que la que más
destaca en este sentido es la de “Te quiero”.
Cuando yo era niño, recuerdo que era
la fórmula que empleaban los chicos para decírsela a una chica y,
si esta aceptaba, convertirla así en su novia. Era la frase que
abría la caja de promesas del futuro. A nadie más, ni a familiares
ni a amigos, se le decían semejantes palabras.
Más tarde me di cuenta de que la magia
de estas palabras servía para tapar u olvidar circunstancias de todo
tipo, en las que normalmente la mujer aguantaba situaciones de
hastío, de infravaloración, de poca vida, si no de malos tratos.
Hoy veo que con demasiada frecuencia la
magia del “te quiero” sirve también para anestesiar a quien lo
oye y hacer que ceda fácilmente a lo que desea quien pronuncia la
frase del encantamiento. Hay veces que el “te quiero” funciona
como si fuera un diluyente que borra todo lo ocurrido en el pasado,
instala a quien se deja en una especie de “Bueno, vale, como
quieras” y hace creer que todo empieza de nuevo desde el principio
una vez más.
Nada más eficaz, me parece a mí, que
parar alguna vez a quien nos dice que nos quiere y, si no está claro
su mensaje, preguntarle muy en serio lo que quiere decir con las
palabritas de turno. Porque “te quiero” no puede querer decir
otra cosa distinta a que me tienes aquí para ayudarte a vivir, que
puedes contar conmigo para que seas de verdad tú, que quiero echarte
una mano para que el proyecto de tu vida lo puedas construir y que
puedo colaborar contigo en la creación de tu felicidad. Y todo eso,
a fondo perdido. Cualquier otra interpretación del “te quiero”
me parece a mí una milonga, una burda engañifa que conviene
desvelar cuanto antes. Estarás de acuerdo conmigo, supongo, en que
le puedes decir “te quiero” a muchas personas, a todas las que tú
quieras. Buenas noches.
Pintadas y educación en Alcorcón
Abundan por la zona en la que vivo -y
por otras también- unos individuos que se dedican a pintar fachadas con sus
firmas y sus palabras distintivas. No me atrevo a llamarlos enfermos,
pero estoy convencido de que tienen graves problemas de personalidad
que les llevan a afirmar su ego en paredes ajenas y a darle a la ciudad un
aspecto de barrio de paletos monotemáticos de estética deplorable.
El caso es que al Gobierno de la
ciudad, del PP, le ha dado por 'arreglar' el problema y ha sacado a
la calle una cuadrilla de pintores, que portan una buena colección
de enormes cubos de pintura de diversos colores y que se dedican a
pintar encima de las pintadas, creando así una sobrepintada que se
suele ver enseguida, porque contrasta con el color original de las
fachadas. Claro que estas sobrepintadas, en las fachadas de ladrillo,
quedan muy mal, porque pintan también el espacio entre ellos, y lo que
hacen es crear una superficie más lisa que la anterior, la cual
aprovechan los grafiteros para pintar encima de la sobrepintada y
mantener el problema hasta el infinito.
Siempre he pensado que estos percances ciudadanos son
el fruto de la mala educación. Muchos padres están muy despistados
y no le dicen a sus hijos ni esta ni otras muchas cosas que deberían tener en cuenta para convertirlos en personas educadas. ¿No se
podría usar la TV para ilustrar a los ciudadanos sobre conductas
responsables? Me parece que podría ser muy eficaz una campaña en
los colegios e institutos en los que se razonara con los alumnos
sobre por qué estos comportamientos no se deben hacer y sobre las
consecuencias judiciales y económicas que tendrían si detienen al
grafitero. Pero, claro, estos catetos ignorantes e incívicos que nos
gobiernan tienen mucho interés en quitar de en medio las asignaturas
en las que se deberían tratar estas cosas: Educación para la
ciudadanía y Ética, por ejemplo. Estos extraños seres
antropomorfos que nos gobiernan prefieren gastar el dinero en
asesores (¡qué asesorarán, con las cosas como están!) en lugar de en
profesores, y así nos va.
En su profunda ignorancia, estos
aficionados al gobierno no alcanzan más que a entender el significado de la palabra gasto. Al del término inversión, no llegan.
Por eso no creen que la educación mejoraría la vida de las
personas, aunque es muy probable que esto último tampoco entre
dentro de sus preocupaciones. Seguramente que el dinero que
ahorrarían ilustrando convenientemente a los alumnos sería grande, pero
son incapaces de entenderlo. Malos tiempos estos.
Obsérvese la variedad de colores en las sobrepintadas. Todo muy bonito.
Vea aquí la costra que adorna el suelo de las cercanías de algunos bares.
El calendario de Bautista. 12/ 9/ 2013. María de Zayas
Juzgadores
Se ha instalado en la sociedad de este
país la antidemocrática costumbre de que cualquier ciudadano pueda
juzgar a otro por su cuenta, sin esperar a que lo haga un juez. El
juez, primero, imputa; luego, juzga; y, por fin, condena o absuelve.
Pero los españoles, peligrosamente influidos por algunos medios de
comunicación o por su falta de formación, en cuanto aparece, no un
imputado, sino un sospechoso, no necesita ni juicio ni nada:
enseguida corre a condenarlo y a extender la condena hasta donde sus
entrañas le lleven.
Lo digo por el caso de los
expresidentes Chaves y Griñán. Yo no tengo ni idea de si son
culpables o no, pero lo que es cierto es que ni siquiera han sido
imputados. La peculiar jueza Alaya ha emitido un auto, muy
controvertido, que está siendo muy estudiado y que hasta es posible
que se vuelva en su contra, en donde no imputa a ninguno de estos dos
señores -entre otras cosas, porque no puede hacerlo. Es posible que
terminen imputados o no, pero, de momento, no hay ni siquiera
imputación. Y ya estoy viendo en las redes sociales comentarios que
los condenan, que los ponen de vuelta y media y que son la ocasión
para meter en el mismo saco a todo el que se le ocurra al juzgador aficionado de
turno.
Me parece una actitud muy peligrosa
esta de alguien se meta a juez en cuanto se le antoja y como más le
interesa. Quien practique esto puede juzgar a cualquiera en cualquier
momento y supongo que dejará la puerta abierta a que también él,
si se tercia, pueda ser juzgado de la misma manera, sin juicio, sin
pruebas y a las primeras de cambio. No son maneras estas. Así vamos
también cargándonos la democracia.
Buenos días. Estilo
Cada uno de nosotros, lo sepamos o no,
va creando su propio estilo. Lo hacemos con nuestras acciones y con
nuestras omisiones, con lo que decimos y con lo que callamos, con
nuestras decisiones, con nuestras dudas, con nuestras afirmaciones y
con nuestras negaciones. Nuestra vida va constituyendo esa manera de
ser que es propia de cada uno y que vamos mostrando, muchas veces,
sin saber que lo estamos haciendo. No sé si te importará o no, pero
tu estilo eres tú. Y puedes incidir sobre él. Buenos días.
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