"Santo Tomás aceptaba el aborto cuando decía que no existía un ser humano hasta los 40 días de gestación si se trataba de un varón y hasta los 90 si era una niña". San Agustín también escribió que "el acto del aborto no se considera homicidio, porque aún no se puede decir que haya un alma viva en un cuerpo que carece de sensación, ya que todavía no se ha formado la carne y no está dotada de sentidos". "Por otro lado", añade Harth, "si se considera a cualquier embrión o feto como humano ¿por qué no los bautizan?".
"Nosotras somos la voz religiosa dentro de las asociaciones de mujeres y la voz de los derechos sexuales y reproductivos dentro del movimiento de base de la Iglesia católica."
"Le gusta el anteproyecto aprobado por el Gobierno "porque es respetuoso con la voluntad de las mujeres". Contempla "asombrada" el papel que está jugando la Iglesia en el proceso. "La jerarquía católica se empeña en influir en las políticas públicas, y los obispos presionan a los Gobiernos para negar a las mujeres el derecho a decidir. No tienen en cuenta que no todos los españoles son católicos, ni que no todos los católicos están de acuerdo con sus ideas sobre la sexualidad".Su organización rechaza que los obispos sólo salgan a la calle "para protestar por asuntos de la zona pélvica, no por guerras ni por vulneraciones de derechos humanos". "Sólo este tema les obsesiona", afirma. "De hecho, durante muchos siglos, el aborto fue pecado no por vulnerar el quinto mandamiento -no matarás- sino el sexto, que prohíbe fornicar. Y si nos centramos en el 'no matarás', también habría que recordarles que ellos mismos han previsto excepciones como la legítima defensa, la guerra justa y, hasta hace bien poco, la pena de muerte".
¿Es lícito discrepar en una organización religiosa en la que la fuerte estructura jerárquica procede, supuestamente, de Dios? "Sí porque no ha sido siempre así", se apresura a matizar. "El Concilio Vaticano I, a finales del XIX, fue el que consagró esta estructura piramidal, una monarquía absoluta en la que la base no puede participar. Esto debe cambiar. La jerarquía no puede actuar contra la voluntad de los fieles. Es necesario un debate serio sobre los derechos sexuales de las mujeres".
.