Nadie es absolutamente bueno ni
absolutamente malo. Nadie es absolutamente inteligente ni
absolutamente tonto. Todos somos más o menos de todo. Por eso es
necesario que tengamos espíritu crítico para distinguir unas
cualidades de otras, sobre todo en uno mismo, y también la
suficiente nobleza para descubrir y admitir lo positivo que tienen
los otros.
Buenas noches.
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