He conocido a un viejo de unos
cincuenta y tantos años que dice que se dedica a escribir, pero no
tiene ordenador, ni teléfono móvil, ni cuenta de correo
electrónico. Además, está en contra de la tecnología. Me imagino
que tampoco tendrá teléfono fijo, que cocinará quemando leña y
que no tomará medicinas. Me parece que son cosas de los viejos. No son capaces de distinguir las tecnologías del uso que se hace de ellas.
Buenas noches.
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