La vida no es una ilusoria sensación
de paz o de felicidad o de sosiego. La vida no es un valle de
lágrimas en donde el sufrimiento sin esperanza sea lo único
visible, lo único imaginable. La vida es todo lo que es vivible,
todo lo que nos pasa mientras no intentemos huir. La vida es pura
contradicción. La vida es tener en la mente los buenos momentos, el
cariño de los amigos, la belleza de una idea, la bondad de una
acción, la esperanza de un futuro posible. Pero la vida es también
sentir el frío remediable de la ciudad y acordarte de los migrantes,
de quienes duermen en la calle, de los refugiados, de los mandatarios
europeos sin sensibilidad ni humanidad en cuyas manos están ellos y
estamos nosotros. No sé qué es mejor, si ser cada vez más sensible
a los problemas que ocurren, sin que uno pueda arreglarlos, o
volverse duro como la piedra y mandar a tomar vientos la realidad. No
lo sé. Por eso valoro cada vez más un gesto de cariño, un detalle
de generosidad, un esfuerzo por lograr la igualdad, un acto de
justicia, un deseo de amor. Buenas noches, si es posible. Besos y
abrazos.
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