martes, 9 de julio de 2013

Buenas noches. Cuerpo y mente




La materia envejece sin remedio, pero la mente no tiene por qué hacerlo. Eres un cuerpo, un cuerpo vivo y hermoso, sea cual sea la edad que tengas. Tu cuerpo es sensible al paso del tiempo y poco a poco irá perdiendo capacidades. Cuenta con ello. Y, sin embargo, tu mente no tiene por qué ir yendo, como el cuerpo, a menos. Esto es lo grandioso, lo peculiar, lo trabajoso del ser humano. Eres también una mente que crece cuando se rejuvenece. La mente necesita apertura, disponibilidad, aprendizaje, frescura, estímulos, diálogo, dudas, alegría, cariño, pensamiento, sentimiento, diversión, lectura. La mente no sale del estado de niñez que le lleva a desear permanentemente conquistar su juventud. La mente pide un trabajo diario de puesta a punto.

La meta del ser humano es la ancianidad: un cuerpo gastado y una mente fresca. Hay quienes se empeñan en pararse pronto y conformarse con la vejez: un cuerpo gastado y una mente rancia y ajada. Tu elección la tienes que hacer a cada momento.

Relaja ahora tu cuerpo para que no le impida despedirse a la mente. Recuerda a tus seres queridos. Deséales lo mejor y regálales una sonrisa rellena de cariño. Seguro que mañana la vida te sonreirá a ti. Buenas noches.

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