lunes, 15 de noviembre de 2010

El cocinero neoliberal



Cocinas para que el mundo esté bien en el momento de la comida. Cocinas con cariño porque lo bueno no se hace de cualquier manera, porque el placer se logra con dedicación y con el máximo cuidado, porque no cocinas para ti, sino para los otros y porque cocinar es una forma de acercar tu mundo a la felicidad colectiva. Esto es lo que hace grande la cocina. No buscas tu felicidad cocinando, sino la felicidad de todos y, cuando lo logras, eres capaz de aunar el placer que le da a cada cual lo que come con el gusto de que todos disfruten con el gozo colectivo. Y, de rebote y sin buscarlo, consiguiendo la felicidad de los demás, te sientes tú mismo feliz.

Esta es la gran paradoja de la felicidad, que si la buscas, no la encuentras, pero si haces algo generoso, humano, bien hecho, la encuentras sin buscarla. Y esta es la razón profunda por la que un neoliberal nunca podrá ser un buen cocinero. Podrá ser, a lo sumo, un buen asacorderos o un gran friehuevos, pero nunca un buen cocinero, porque no cocina ni vive más que para sí mismo o para su propio mundo. La jaula de cristal oscuro en la que cocina le impide contemplar el corazón y la mente de los otros que le invitan a que vea que más allá de sus propios y estupendos huevos está la vida presente en los otros. 

4 comentarios:

  1. Manuel, el sábado emitieron un documental fabuloso sobre Ferrán Adriá en La 2. Yo no estoy muy puesta en el tema gastronómico, pero tengo la sensación de que Adriá es de los cocineros generosos. Era increíble ver cómo los comensales disfrutaban ante los suculentos platitos que les servían en El Bulli. Además, creo que el hecho de que se reinvente constantemente significa que le preocupa su creación pero también cómo la recibe el público. En realidad creo que lo que hace Adriá es arte. Y para hacer arte hay que tener una sensibilidad especial que casi siempre implica una conexión especial con quien lo recibe. Tengo la sensación de que Adriá es de los que entran de lleno al corazón a través del gusto, con la vida de los otros siempre presente a la hora de elaborar sus platos.

    Pasa una buena semana.

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  2. No he encontrado la etiqueta adecuada, me encanta el post, me ha emocionado, hace mucho que deje de cocinar, yo se el porque, y al leer tus palabras he añorado mucho el poder hacerlo. Gracias, un abrazo muy fuerte.

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  3. En cierto modo, el cocinar es una metáfora de la vida. Lo que da valor a las cosas son las actitudes con las que se hacen. Tú tienes (sospecho que lo haces) que inventar tu manera de vivir con la misma actitud que cuando cocinabas. Una sonrisa puede valer tanto o más que un buen plato hecho con cariño. Me emociona que te emociones. Un beso.

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  4. Manuel: ¡qué buen post!. Si no te importa, te robo el enlace para mi blog.
    Ciertamente necesitamos profesores de filosofía para definir algunas cosas....

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