sábado, 10 de octubre de 2009

¿Obedecer?


- Imaginaos que entra un niño pequeño con la intención de meter los dedos en el enchufe. Lógicamente, yo le digo que no los meta, que eso no se hace porque se va a hacer daño. ¿No me debería obedecer?

La respuesta no fue unánime. Salvo una minoría que dijo que sí, el resto se decantó por cosas tales como “Lo hará si quiere”, “Que haga lo que quiera”, “¿Y por qué te iba a tener que obedecer?” “¿Y si nadie le ha dicho que tiene que obedecer?”…

No creo que sea sólo cosa de la edad. Si con 14 años razonan así, mal están las cosas. Y realmente están mal. No tienen ni idea de la necesidad de una obediencia racional, esto es, no son conscientes de que tienen que obedecer y, además, de que tienen que saber por qué deben obedecer. Hay unas cuantas generaciones que pertenecen a la clase bruta. Me refiero a las de los padres de estos alumnos, claro.

Les expliqué que cuanto tengan hijos, deben decirles lo que tienen que hacer y acostumbrarles a que sepan por qué deben hacerlo. Es la única manera de que se vayan haciendo seres humanos y de que vayan abandonando la animalidad inicial.

- Entonces, ¿también debemos obedecerte a ti? Y ¿por qué?

La pregunta creo que indicaba que algo habían entendido. Pero con la distancia me parece que el que un alumno le pregunte eso a su profesor es para que nos pongamos a pensar de dónde venimos, a dónde vamos a ir a parar y dónde y con quién estamos.

A ver si llegan pronto las tarimas, palabra que ¡qué casualidad! encierra dentro de sí esta otra: trama.

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viernes, 9 de octubre de 2009

Otra corazonada


La corazonada, al final, se quedó en nada. La Olimpiada se fue a Río y el corazón de los de la corazonada se quedó descorazonado y a verlas venir.

Ha perdido Gallardón. Ha perdido España, pero sobre todo ha perdido Gallardón. Lo más preocupante es que Gallardón es muy inteligente, mucho más que toda la corte de presuntos, de salpicados y de mirones para otro lado que tiene a su alrededor. Todos estos sólo sirven para las distancias cortas, pero Gallardón sabe mirar a lo lejos con calma, y eso le hace distinto y superior. Ha sabido involucrar a muchísima gente con el recurso de la corazonada. La ha involucrado en la lucha y ahora la gente va a quedar involucrada en la derrota. Porque esto es lo más importante de todo este espectáculo. Hay mucha gente que le gusta adherirse a cierto tipo de proyectos con el corazón, no con la cabeza. A muchos les gusta que les toquen los sentimientos, los deseos, los asuntos que le hagan salir a la calle a gritar fuerte con un símbolo en el pecho. Y la corazonada ha calado mucho entre la gente. Nadie se ha planteado el asunto de las Olimpiadas desde un punto de vista económico, financiero o cívico. Nadie ha valorado las inversiones ya hechas, ni la ciudad en estado de provisionalidad tantos y tantos años, ni el monumental déficit que tiene la ciudad, ni quién va a pagarlo. Muchos ni siquiera saben que lo van a pagar ellos. La adhesión ha sido visceral, no racional. Y la derrota se ha deslizado en ese mismo ámbito.

Ahora Gallardón está de perdedor, ajeno a la Gürtel (correa, en alemán), al parecer. Es una pobre víctima que ha sudado, que lo ha dado todo y que ha sabido conectar con la gente a fuerza de corazonadas. Es carne de compasión y tiene un ejército proclive detrás. Creo que se acerca el momento de Gallardón.

Lo que no me gusta, lo haga quien lo haga, es que se intente tirar de la gente tocándole las vísceras en lugar del cerebro. A la gente le gusta volcarse, pero parece que le duele hacerlo con razones. Ahora el viento es posible que corra a favor de Gallardón. Y me da la impresión de que se puede generar una nueva corazonada.

jueves, 8 de octubre de 2009

La peste


¿Para qué quiere el poder el Partido Popular? ¿Para que Rajoy tome alguna vez en su vida una decisión? ¿Para hacer negocios? ¿Para mantener a los amigos? ¿Para hacer, quizás, políticas sociales? ¿Para qué tienen tantísimo interés en estar en el poder?
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miércoles, 7 de octubre de 2009

Pensamientos de Edmund Burke / 2


"Hay un límite en el que la tolerancia deja de ser una virtud."

"La superstición es la religión de las mentes débiles."

"El mayor error lo comete quien no hace nada porque sólo podría hacer un poco"

lunes, 5 de octubre de 2009

Semana de la Arquitectura


Del 5 al 11 de octubre se va a celebrar, como todos los años, en Madrid la Semana de la Arquitectura. Puedes consultar el programa aquí. Suele ser muy interesante.

sábado, 3 de octubre de 2009

Perplejo

Hoy he tenido que dormir un poco la siesta porque estaba muy cansado. Acabo de despertarme. Por razones
que no viene n al caso, tengo que buscar una noticia en un diario de Zamora. Y me he encontrado esto.
Me gustaría que alguien me dijera si hay alguna relación entre el texto y la foto.
O yo estoy muy dormido o en Zamora ilustran como les da la gana.
Pincha aquí Diario de Zamora y ya me dirás.

Arte y pensamiento en la grecia antigua / 9

viernes, 2 de octubre de 2009

Sabiduría


Qué sabios son en Cádiz cuando le llaman gracioso al que no tiene ni pizca de gracia.

jueves, 1 de octubre de 2009

Préstamos / 4


El sábado 26 de septiembre de 2009 insertaba el diario El País una carta al director firmada por Vicente Pérez Masedo, de Madrid. Se titulaba Una biblioteca menos. Apunté la cita con ánimo de traerla aquí porque me parecía muy interesante. Al día siguiente fui a buscarla al archivo del periódico y no la encontré. La busqué en Google y obtuve el mismo frustrante resultado. Así que la he tenido que copiar. Ignoro a qué se debe la desaparición. Dada la actual línea editorial del diario, que ya ha recibido algunos avisos, y su poca atención al cuidado de su credibilidad, no sé qué habrá podido ocurrir.

Aquí está el texto:

La señora Esperanza Aguirre, tan abrumadoramente dolida por el bajo nivel educativo y cuya brillante solución consiste en colocar una tarima a los profesores, se dedica mientras tanto, siguiendo su sincera preocupación por la cultura, a cerrar bibliotecas. Vivo en el barrio de Ventas de Madrid. Tengo 45 años. Desde mi infancia existía la biblioteca Menéndez Pelayo, en la plaza América Española, junto al colegio Santa Susana y dependiente, ahora, para desgracia de todos, de la Comunidad de Madrid. La biblioteca era patrimonio vivo y profundo del barrio. Allí los chicos del barrio han estudiado, de allí han sacado sus primeros libros. Era una biblioteca siempre llena, igual de gente joven que de gente mayor. Desde agosto ya no existe porque la Comunidad de Madrid la ha clausurado.

¿Qué se puede esperar de un gobernante que se dedica a eliminar bibliotecas? ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Quemar libros en las plazas? No lo sé. Pero sí sé el nombre de la persona a la que le molestaba que existiera una biblioteca y la ha cerrado: Esperanza Aguirre.

Por cierto. En la página siguiente del diario se lee bajo el titular de un artículo firmado por el catedrático de Filosofía de la Universidad de Barcelona, Manuel Cruz, lo siguiente:

El problema sobreviene cuando la gente se emociona más ante los colores de su equipo de fútbol que ante el sufrimiento ajeno. Y es aquí donde, por desgracia, estamos.

Para pararse un poco y pensar.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Pensamientos de Edmund Burke / 1


Lo dijo Edmund Burke (1729-1797), pensador y político británico.

"El dinero es el sustituto técnico de Dios".

"Para que el mal triunfe basta con que los hombres de bien se queden cruzados de brazos.”

martes, 29 de septiembre de 2009

Candados


Otra vez el todo vale. O la ignorancia de lo que se tiene entre manos. O la falta de respeto. O la ordinariez. O el no saber que hay que seguir normas. O el creerse que están solos en el mundo. O que nadie les ha enseñado a razonar. O todo junto.

Se acostumbraron a hacer pintadas en donde les daba la gana y nadie les dijo nada. Ahora se les ha ocurrido proclamar su mutuo amor eterno hasta que se separen colocando un candado en el Puente de Triana, en Sevilla, que, además de ser un monumento BIC, esto es, un Bien de Interés Cultural, es algo que no es suyo, sino de todos los sevillanos y de toda la humanidad. La moda está en que las parejitas vayan al Puente y lo infesten de candados. No saben ni qué es un bien –lo cual es lo más grave de todo-, ni en qué consiste tener interés, ni qué es la cultura, cosa que quizás sea ya demasiado pedir. Sólo saben que se lleva lo del candado y que hay que poner un candado y que por qué no voy a poner yo un candado donde me salga de donde me tiene que salir, coone.

El Ayuntamiento parece que ya ha reaccionado y va a quitar los candados cada quince días. En la red social Tuenti el asunto está que arde y se ha creado un blog

http://trianasincandados.blogspot.com

que ha lanzado una campaña en la que se sugiere al del candado que invite a su amada a pescaíto frito y que se deje de hacer el capullo incívico.


El lema no puede ser más claro y, además, tiene su gracia.


lunes, 28 de septiembre de 2009

Disparates / 2


Y luego está la solemne tontería de la autoridad pública. Pero señora presidenta ¿ha visto usted como tratan los alumnos, por ejemplo, a los policías? ¿Se ha atrevido a preguntárselo? Ellos ya son autoridad y a los alumnos les da igual que lo sean o no. Yo he visto cómo les provocan, de qué manera les toman el pelo, con la facilidad con la que eliminan el espacio que les separa de la autoridad. ¿Pero a qué ingenuos quiere usted engañar? Está usted tan convencida de que vale todo que cree que el mundo entero está de acuerdo con semejante degeneración ideológica y que se va a tragar sin rechistar todo lo que a usted se le ocurra.

Los ignorantes, los engañadores y los interesados tienen en común que siempre están simplificando su visión de la realidad. Lo que es de por sí complejo, y cualquier realidad social lo es, ellos lo reducen a una cualidad o a unas pocas, que son las que les interesan y te presentan esa parte como si fuera el total. Y luego viene el que no está muy avisado, se deja engañar y se lo cree.

El de la educación es un tema muy complejo. Decir que se arregla con tarimas y con títulos de autoridad es o no saber nada de nada, lo cual es ya de por sí peligroso en un político, o tener mala voluntad y querer engañar a los ciudadanos, cosa que seguramente es aún peor. Si no puede dejar la manía de simplificar, ¿por qué no dice que lo que hay que hacer es invertir y salir del fondo de la lista de las comunidades que menos dinero dedican a la educación? ¿Por qué no le echa la culpa a los profesores? ¿Por qué no diseña una campaña para que los padres eduquen a sus hijos? Porque tiene que saber que los profesores enseñan física y química, pero los que educan son los padres. Y si un alumno viene a clase sin la menor noción de lo que es el respeto es porque nadie en su casa le ha enseñado a respetar. Dígaselo a los padres, señora Aguirre. ¿O es que teme que se ofendan y que no le voten? Y si no, ponga más horas de educación para la ciudadanía, que es una asignatura en donde se tratan esas cosas y que los propios alumnos agradecen. ¿Será que usted lo que quiere es amamantar ciudadanos que no piensen, que sean dóciles y que obedezcan, que no tengan criterio, para que cuando tengan que votar se dejen engañar fácilmente por los Aguirres de turno?

La autoridad no se consigue con un título, señora Aguirre. La autoridad hay que ganársela. No viene de arriba abajo. Usted será la señora presidenta y tendrá todos los títulos que quiera, pero la autoridad se la tiene usted que ganar. Como todos. Y cuando usted actúa de la manera que lo hace, no tiene la menor autoridad, señora. Con un poco más de inteligencia o, quizás, de pudor, se daría cuenta. Lo que se le reconoce es una enorme ignorancia y un despiste fenomenal, pero no autoridad. Y un vándalo de los que aparecen por las clases hoy en día, tampoco se la va a reconocer, señora presidenta. Ni a usted ni al profesor.

Son ya muchas las veces, señora presidenta, que ha maltratado a los ciudadanos. Ha insultado a los funcionarios. Toma por tontos a los profesores y a los alumnos. Mantiene a los padres ajenos a la realidad. Y cada vez que se abre usted de neuronas, pare un disparate. Pare ya de parir, señora Aguirre. Déjelo ya.

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viernes, 25 de septiembre de 2009

Ya queda menos


Os tengo un poco abandonados, queridos amigos y amigas, pero ya queda menos. Un abrazo a todos.

Disparates / 1


Imagínese usted, señora, que le ataca un virus de lo que sea y que el presidente de los médicos le dice que lo que tiene que hacer es pintarse las uñas y ponerse guapa, que así se curará. O que le ataca a usted, caballero, y la receta es que se dé en la cara una buena crema antiarrugas, que eso le hará la vida imposible al virus y se marchará. ¿Cómo se sentiría tratado usted, señora, o usted, caballero, si le ocurrieran estas desventuras?

Pues así me siento yo, que me dedico a la enseñanza, cuando me entero de las tontas ocurrencias que la que sigue siendo presidenta de la comunidad de Madrid tiene y cuenta para resolver (¿?) el problema de la enseñanza. Ahora esta señora quiere poner tarimas en las clases. El nivel de ignorancia que exhibe esta señora es brutal. ¿Qué sabe la señora presidenta lo que es una clase? ¿Cree acaso, la muy lega, que un alumno que quiera, por ejemplo, llamar gilipollas al profesor no lo va a hacer porque haya delante de él una tarima, encima de la cual, con toda probabilidad, no estará el docente? ¿Le ha sostenido la mirada la señora presidenta a algún alumno, de esos que te dicen con los ojos que en su vida manda él y que, por tanto, en clase, también? ¿Qué le importa a ese chaval, que tiene en casa a un par de señores que no han ejercido jamás de padres, que el profesor esté medio metro más alto o más bajo?

Lo que esta señora presidenta quiere es, una vez más, tomarnos por tontos y tapar su nefasta gestión económica y su nulo interés por la enseñanza con tarimas y estupideces varias que eviten pensar en lo verdaderamente importante: que no invierte en educación, que obliga a los profesores a incumplir la ley teniendo en clase más alumnos de los permitidos, que no favorece la calidad porque le trae al fresco, que privilegia los intereses económicos de los empresarios de los colegios privados haciendo creer a los ingenuos padres que unos profesores que no han sido capaces de sacar una oposición funcionan mejor que los de la enseñanza pública.

(continuará)

jueves, 24 de septiembre de 2009

Préstamos / 3

Le pido hoy la palabra a Ignacio Fontes, de Madrid, que el pasado 21 de septiembre publicaba la siguiente carta al director del diario El País. Confluyen en ella dos actitudes de las que ya se ha hablado aquí. Por una parte, el comportamiento de nuestros personajes públicos, que parece que creen absurdamente que están solos y que pueden hacer y decir lo que les dé la gana. Y por otra, la educación que recibe, como consecuencia de esa neoliberalidad, la parte más débil y con menos criterio de la sociedad, o sea, los jóvenes y los que adoptan una actitud menos crítica y más mimética entre la población. No sé como unos y otros luego se atreven a quejarse.

¿Que los niños chulean, insultan, agreden a los profesores? Qué tragedia..., ¿dónde lo habrán aprendido?

Es raro, ¿verdad?, en un país donde columnistas, presentadores y tertulianos de radio y televisión, políticos -desde líderes al último mono corrupto municipal- de partidos constitucionalistas y de apocalípticos, y una creciente y preocupante masa espesa y municipal no cesan de insultar todos y cada uno de los santos días al presidente del Gobierno y a todo el Gabinete, especialmente si se trata de mujeres; a las instituciones del Estado, desde el Tribunal Constitucional a la fiscalía; a los cuerpos de la Seguridad, al Ejército (¿cuántas veces lo han tildado de ONG?). Incluso los conceptos -igualdad, dependencia, memoria histórica- son objeto de esta lluvia inclemente de epítetos, descalificaciones, ofensas, ultrajes, escarnios.

Estos chavales del demonio, pues, ¿dónde habrán aprendido esos modales desabridos para con sus maestros?

Es culpa de las leyes educativas socialistas, nos aclaran raposas y sicarios...

Seguramente.

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