Hay 4 aspectos muy importantes en el
amor.
- Concebirlo. Hay que tener una idea más o menos clara de en qué consiste amar, querer a una persona. El amor es fundamentalmente una actitud racional, un plan pensado para ayudar a vivir a otra persona y que afecta a cuestiones muy concretas de su vida real. Los embobamientos, las tetas impresionantes, las chocheras, las risas y los aprovechamientos puede que tengan que ver con el amor, pero muy de lejos.
- Sentirlo. Además de su dimensión racional, el amor tiene otra muy importante, la emocional. Es la que hace que queramos estar con la persona amada, que sintamos atracción hacia ella y que estemos a gusto en su presencia. Pero que exista sólo esta dimensión es peligrosísimo y suicida. Las emociones por sí solas no te hacen vivir humanamente, sino sólo estar a gusto (cuando se está a gusto) o a disgusto (que es como se suele terminar, si no hay una actitud racional que justifique la vida que se lleva).
- Expresarlo. El amor, tanto el que se le tiene a una pareja como el que se tiene a cualquier persona, hay que expresarlo. Somos personas y lo propio de las personas son las palabras. Cuando regalamos algo o cuando elaboramos un plato con cariño, aunque no lo hagamos para ser correspondidos, lo normal es que nos digan si ha gustado o no. Lo mismo ocurre con el amor, cuando lo expresamos, nos sentimos bien y la otra persona se siente querida, aunque sólo sea de palabra. No veo ninguna razón por la que haya que callarse estos asuntos.
- Hacerlo. No me refiero a lo que se suele denominar 'hacer el amor'. Eso es sexo, que puede hacerse con amor y sin él. Me refiero a que el amor no es una situación estática. No es una especie de 'Te quiero y ya está'. El amor hay que construirlo cada día, con detalles, con decisiones, con palabras, con risas, con ternura, con sexo, con alegría y con lágrimas. Cada momento que pase y cada situación que vivamos deben ser ocasiones para que construyamos el amor. Si no se construye el amor, no existe.
Buenas noches.