El más importante autor de óperas del Primer Romanticismo, 1ª mitad del XIX, fue GIOACHINO ROSSINI, autor de grandes óperas, entre las que destaca “El barbero de Sevilla” (1816), a la que pertenece el popularísimo “Largo al factótum”, aquí interpretado por el malogrado Dmitri Hvorostovsky. Había ópera seria y ópera bufa, cómica, y esta ópera es la más emblemática de las óperas bufas. Está compuesta para la tesitura de un barítono en el papel de protagonista. Se dice que del común de las personas el 80 % son tenores o sopranos, un 15 % barítonos o mezzosopranos y un 5 % bajos o contraltos.