PRIMAVERA
Del
latín prima + ver-veris (primera primavera, el comienzo). Hasta el
Siglo de Oro se distinguió entre primavera (el comienzo de la
estación ahora llamada primavera), el verano, también derivado del
latín ver (final de nuestra primavera y principios de nuestro verano)
y el estío (resto de esa estación). En el Quijote, Cervantes habla
en un pasaje de las cinco estaciones del año.
MANO
Del
latín manus. De ella derivan manera, manada, mango, manga, manipular,
manejar, manojo, manivela, maniobra, maña, manopla, manso (de
mansuetus, participio de mansuesco, que significa 'acostumbrar a la
mano'), mastín (de mansuetinus), manco, mancebo (de manus-capio, que
significa 'llevar de la mano') y luego manceba y mancebía, emancipar
(ex-manus-capio, que quiere decir 'soltar de la mano'). Un compuesto
muy productivo es mando (manus + do, que significa 'dar, poner en
manos de') y sus derivados demandar, encomendar...