sábado, 6 de abril de 2013

viernes, 5 de abril de 2013

Yo nací por televisión




Yo nací por televisión. Del vientre de mi madre salió un monitor y lo colocaron en una cuna, que entonces se llamaba un 'moisés'. La teta y el biberón me lo daban por televisión y me vi obligado a rechazar cualquier chuchería que me ofreciera alguien que no tuviera acceso al monitor. Fui creciendo en pulgadas y cuando fui capaz de manejar yo solo el monitor, me llevaron a la escuela. Allí había niños que no tenían monitor y con los que me era muy difícil comunicarme, a pesar de que me ponían de frente a ellos, junto al maestro, para que me pudieran ver. Seguramente de entonces me viene ese deseo de huir de la gente, sobre todo de la que me habla y me pregunta cosas que yo no sé contestar. Salía poco de casa. De pequeño me llevaban en un cochecito, pero luego la tarea se hizo más difícil y a veces hasta imposible. Iba al fútbol y poco más. Estudié en la universidad a distancia porque me era más sencillo tanto estudiar como hacer los exámenes, que enviaba haciendo simplemente una conexión. Una vez sentí una interferencia muy fuerte y me enamoré de una chica que tampoco tenía monitor, pero que me entendía bien. Llegué a ser registrador de la propiedad. Era muy cómodo para mí, porque no tenía que tratar directamente con nadie. Luego, a un grupo de personas se le ocurrió que me metiera en política, lo cual me aterraba, porque ahí había que decidir cosas y eso nunca me ha gustado hacerlo. La fortuna hizo que encontrara en una ciudad gallega a un individuo que se parecía mucho a mí. Con un poco de maquillaje y el asesoramiento de un director teatral, logramos convertirlo en un calco de mi cuerpo. El problema era que este hombre no tenía ni idea de nada. Cuando se calentaba, echaba unas broncas terribles, pero nunca sabía lo que había que hacer, sólo protestar e insultar. La ventaja era que tenía una gran memoria y recordaba perfectamente todo lo que se le decía, pero cuando surgía un problema imprevisto, no sabía qué decir. Llegó un momento en el que las cosas se pusieron muy difíciles y era casi imposible que mi doble hiciera frente a las situaciones que se le presentaban, por lo que tuve que reservarlo para actos protocolarios en los que hubiera poco que hablar. En los actos importantes tuve que volver a aparecer yo, con mi monitor, que ahora ha crecido ya mucho y es de buena calidad. Sigo con mi problema de comunicación, pero tendrían que entender que yo he sido así desde pequeño y que estas cosas no tienen mucho arreglo. Lo sobrellevo como puedo y mi gran temor, lo que no me deja vivir, es que alguien, algún enemigo, de los de fuera o de los de dentro, me averíe un día seriamente y no haya técnico en el mundo que logre arreglarme. Cada uno lleva su cruz a cuestas -o dentro- como puede.

Amor 110




La envidia es el amor entendido al revés.

Casa L: La música se toca con todo el cuerpo

Casa L: La música se toca con todo el cuerpo: Yo sabía que la música, cuando se está receptivo y se sabe escuchar, se apodera del cuerpo y de la mente del oyente, de toda su persona y ...

Casa L: Buenas noches. Urgencia

Casa L: Buenas noches. Urgencia: Ese mundo en el que piensas y en el que te gustaría vivir ponte a construirlo ya. Esas situaciones que no aguantas y que sa...

Casa L: El calendario de Bautista. 5/4/2013. María Blancha...

Casa L: El calendario de Bautista. 5/4/2013. María Blancha...: Tal día como hoy de 1932 murió la pintora María Blanchard . Tienes más información aquí .          

Buenos días. Viernes




Hoy es viernes. El principio y el final. Lo primero y lo último. Habría que vivir como si siempre fuera viernes, como si todo lo que hiciéramos fuese el principio de algo grande y como si fuese lo último que hiciéramos. La vida requiere intensidad de la misma manera que las plantas necesitan el Sol. No merece la pena hacer ninguna cosa de cualquier manera. Si sólo vamos a vivir una vez, vamos a hacerlo bien. Nos encontramos en el camino. Buenos días.

El calendario de Bautista. 5/4/2013. María Blanchard




Tal día como hoy de 1932 murió la pintora María Blanchard. Tienes más información aquí.            



jueves, 4 de abril de 2013

Buenas noches. Urgencia




Ese mundo en el que piensas y en el que te gustaría vivir ponte a construirlo ya. Esas situaciones que no aguantas y que sabes que deberían ser distintas ponte a cambiarlas ya. Esas costumbres que te estropean la vida ponte a reformarlas ya. Esas ideas que no te acaban de convencer o que preferirías no tener ponte a pensarlas ya. Esa manera de ser que te trae tantos problemas sustitúyela por otra ya. Ese cuerpo al que quieres cuidar haciendo deporte ponte a darle gusto ya. Eso que te apetece hacer y que no te atreves a hacerlo hazlo ya. Eso que no te atreves a decir dilo ya. Ese ser humano que te gustaría ser y que no te atreves a serlo o que no sabes como serlo ponte a crearlo ya. No esperes más. La vida no espera mucho. Hay urgencia por vivir. Y, quizás, por descansar. Recopila todo lo mejor que tengas, recuérdalo y mándaselo a todas las personas a las que quieres. Buenas noches.

La música se toca con todo el cuerpo


Yo sabía que la música, cuando se está receptivo y se sabe escuchar, se apodera del cuerpo y de la mente del oyente, de toda su persona y le hace sentir, pensar y vivir de otra manera. En lo que no me había fijado era en que también la música se crea, se produce con todo el cuerpo. Me di cuenta hace un par de días en un precioso concierto que ofrecieron en los Teatros del Canal, en Madrid, la violinista Ana María Valderrama y el pianista David Kadouch. Este proceso era mucho más evidente en la violinista, en la que se observaba en múltiples ocasiones que el instrumento era una extensión de su cuerpo y que la música que producía era fruto de toda su persona, que se concentraba en la trabajosa y placentera tarea de crear sonidos plenos de belleza y de sentimiento, pero lo mismo ocurría con el pianista, identificado con todo el artefacto sonoro sobre el que posaba sus manos. No estábamos ante dos instrumentos y dos músicos que los tocaban, sino ante dos personas-con-instrumentos que hacían música con todo su ser.

No sé dónde se situará la frontera que permite pasar de la consideración de gran promesa a la aceptación como plena realidad en un músico. Si no la han cruzado ya, estos dos excelsos instrumentistas deben estar a punto de hacerlo. Han recibido ya múltiples premios y cuentan por éxitos sus apariciones en público.

El programa que ofrecieron fue variado y atractivo. David Kadouch brilló más, para mi gusto, en la Sonata para violín y piano nº2, de Beethoven, aunque mantuvo un tono de gran altura en todo el concierto. Ana María Valderrama se lució sobremanera en las dos piezas para virtuosos del violín que se integraban en el programa, el Tzigane, de Ravel, y la Introducción y Rondó caprichoso, que escribiera Saint-Saëns para que los tocara con orquesta su amigo Pablo Sarasate.

Dejo aquí una versión para orquesta de esta última pieza, con Itzhak Perlman al violín y la New York Philarmonic Orchestra, dirigida por Zubin Mehta.