lunes, 23 de abril de 2012

Lorca y los libros.





Una gran bibliotecaria y mejor persona, Nuria García Serna, de la que se acordarán los alumnos del IES Luis Buñuel, me envía este precioso texto que quiero compartir con vosotros en el Día del Libro.

El lema debe ser siempre: ¡Cultura!

Discurso de Federico García Lorca al inaugurar la biblioteca de su pueblo, Fuente Vaqueros (Granada), en 1931.

Medio pan y un libro.

Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. «Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre», piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.

Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.

No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.

Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?

¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: «amor, amor», y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: «¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!». Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.

Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: «Cultura». "Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz".


domingo, 22 de abril de 2012

Elecciones en Francia.


En Francia está prohibido difundir sondeos antes de que se cierren las urnas. Para sortear este inconveniente, hay medios que se refieren a las previsiones meteorológicas y anticipan que el lunes hará 29 grados en Tulle, la ciudad de Hollande, y 27 grados en Neuilly, el municipio de Sarkozy. Están dando así los resultados de las encuestas. En Twitter hay quien se refiere a las "salidas desde Francia": Amsterdam 28€, por Hollande, y Budapest 25€, en referencia al origen familiar de Sarkozy.

Arrepentidos





Conozco a personas que en las últimas elecciones generales votaron al PP y que ahora están arrepentidas de haberlo hecho. Dicen que la próxima vez se quedarán en casa y no votarán a nadie. Lamentablemente, todavía no se han dado cuenta de que eso es favorecer de nuevo a la derecha, que siempre vota porque tiene intereses particulares que defender. No sé cómo habrá que explicarlo. En el sistema actual, o se vota a la izquierda -y, mientras se mantenga ley D'Hont, a un partido no minoritario-, o gana la derecha y sigue destrozando todo lo conseguido. Ahora es el momento de insistir en un cambio del sistema electoral, si es eso lo que se pretende, no el día de las elecciones. Cuando llega el momento de votar, hay que seguir la máxima del gran actor Antonio Gamero: Como fuera de casa no se está en ningún sitio.

viernes, 20 de abril de 2012

La salida





Tenían mucho interés en engañarte diciendo que todo esto era culpa de Zapatero. Lo que deseaban por encima de todo era estar en el poder para adaptar desde él las estructuras del país de la manera más favorable para sus negocios. Han estado durante ocho años martilleando a diario, con razón o sin ella, con un estilo muchas veces barriobajero, hasta que han conseguido la meta del engaño. Es posible que no te hayas dado cuenta todavía, pero estás peor que antes y ya no está Zapatero. Las previsiones son malas y deberías saber que esta crisis es mundial, no un producto de los socialistas. En Europa gobierna la derecha y, si se quiere seguir en la Unión Europea, es difícil hacer políticas de izquierda, pero no imposible. No veo otra salida viable que una política puesta en práctica por la unión de todas las izquierdas.

Según mi amigo Bautista 20/4/12



Tal día como hoy nació en 1893 Joan Miró.


jueves, 19 de abril de 2012

Según mi amigo Bautista 19/4/12




Tal día como hoy de 1824 murió el escritor Lord Byron.

Una vez dijo: "La vida es demasiado corta como para dedicarse al ajedrez"

miércoles, 18 de abril de 2012

Obispos: pensar antes de hablar





El señor dios todopoderoso, en su infinita sabiduría, llegado el momento de su mayor labor escultural, el de la coronación de todo su aparato creativo con la aparición del ser humano, hizo gala de su serenísima e injusta idea de justicia no adornando a todos los seres humanos con los mismos dones, ni en cantidad ni en cualidad. Así, las mejor dotadas de todas las criaturas obtuvieron el privilegio de conocer el mundo a través de la razón, siendo condenado el resto a creer mediante la fe lo que eran incapaces de entender.

El señor dios todopoderoso, en su infinita magnanimidad, intentó aplicar a la especie humana su propia idea de infinitud, en la medida de lo posible, dotando a todo lo creado de un amplio grado de complejidad y haciendo de ésta una de las características más relevantes de su obra.

El señor dios todopoderoso, en su infinita belleza, huyó, pues, de lo simple, de lo monótono y de lo ya terminado y cerrado y, así, partiendo de dos elementos originarios, a los que llamó hombre y mujer, instituyó, con su divina precisión, una variedad de orientaciones sexuales, dando cabida en ellas a todas las combinaciones posibles. Para la puesta en práctica de todas estas relaciones, tuvo a bien, en su infinita omnisciencia, dar origen a variados tipos de familias, diferentes todos ellos, tanto en las características de sus miembros como en el número de sus integrantes. Aparecieron de esta forma sobre la faz de la Tierra, para mayor gloria del Altísimo y para orgullo del Creador, los homosexuales, los heterosexuales, los bisexuales, los transexuales, los célibes y todas las diferentes formas de encauzar la personalísima sexualidad de cada uno y de cada una. Todas estas personas se combinaban entre sí, si querían, en parejas, intercambiables o no, en tríos, en comunas o como la cultura que iban creando les iba dando a entender.

Para que brillara más el conjunto magnífico de la creación, el señor dios todopoderoso, en su infinita libertad, dejó lejos de su cuidado a un grupo de hombres, a los que no dotó del gozo laborioso del uso de la razón, a los que recluyó en el celibato y a los que decoró con las garras macabras de la torpeza, la terquedad, la ignorancia, la incontinencia verbal, la ausencia de sentido del ridículo, el refugio sin remedio en lo simple y la ilusa creencia en su propia superioridad sobre los demás, a los que llamaban ovejas y corderos, sin duda por su bobo atrevimiento de seguirlos en sus ideas. Surgieron así los obispos.

Los obispos visten de forma rara, dicen cosas raras, defienden cosas raras y ellos, en sí mismos, suelen ser raros, muy raros. Como sus mentes humanas no suelen dar para más, tienden a la simplificación de la realidad y así, allí donde el divino hacedor puso la variedad, ellos aplican la navaja de Ockam y cercenan lo que les parece. No son capaces de soportar la complejidad, de la misma manera que no soportan las opiniones, ni el placer, ni la libertad ni la igualdad de derechos. Se sienten en la obligación de difundir sus disparates y a veces hacen el ridículo de forma mediática y estentórea.

Como su atrevimiento parece que no tiene fronteras, se está viendo venir cada vez con más fuerza algún procedimiento para pararle los pies a estos señores monseñoreados, que no se limitan a pensar como sus neuronas les dicen, sino que incitan a la población a practicar fobias y discriminaciones contra todos aquellos que no entran en las estrechas rendijas de sus entendederas. Quizás sería bueno que, de la misma manera que la derecha está poniendo todo su ahínco, con la pasividad cómplice de muchos y la colaboración de otros tantos, en adelgazar las estructuras del Estado para así tener ellos más poder, que la izquierda se esforzara en debilitar la posición de estos enviados del Altísimo, de estos frenadores del progreso, de estos medievales del siglo XXI, de estos tirabobadas, para que así, al menos, buena parte de la población no se sintiera ofendida o maltratada por ellos.



miércoles, 11 de abril de 2012

Andarse con ojo




Fíjate bien. Cuando habla Rajoy, no nos trata como ciudadanos, sino como españoles. Ser español es un concepto que hace referencia a la naturaleza, al lugar de nacimiento. En última instancia, tiene referencias sentimentales, afectivas y también individualistas. Ser ciudadano es, en cambio, un concepto cultural, que responde a una creación humana y hace referencia a la pertenencia a un grupo, a la ciudad. Implica, además, ser sujeto de una serie de derechos y también una concepción del ser humano igualitaria, porque a la ciudad pertenecemos todos. Cuando Rajoy nos trata como españoles, no se está refiriendo a nosotros como seres culturales, sino como a meros seres vivos, seres intercambiables, manejables, meros números. Esta es una de las claves del retroceso cultural en el que nos ha metido la ignorancia, la despreocupación y la anestesia que ha sembrado con enorme éxito la derecha entre nosotros. Cuando Rajoy quiere quitar la Educación para la Ciudadanía de los planes de estudios, no quiere quitar una mera asignatura, sino suprimir una idea de ciudadano como ser con derechos, por ejemplo, a casarse con quien quiera, a tener la orientación sexual que quiera y a hacer con su vida lo que prefiera. El ideal de la derecha de Rajoy es el de crear seres que no se enteren de los manejos que sufren, que no sean capaces de criticar lo que ocurre y que acepten sin rechistar los designios que desde arriba quieren crear individuos uniformes, tontorrones y dóciles, que no ofrezcan resistencia a sus manejos y a sus negocios. Debes andarte con ojo, porque peligra tu vida concreta como ser humano.