martes, 1 de noviembre de 2011

lunes, 31 de octubre de 2011

El PPrograma: un sandwich de oscuridades



Hay un nivel en el que parece que el PP lo tiene todo claro: el de su gran objetivo. Este consiste en que los poderosos ganen dinero a costa de los demás. Es la razón de ser de su existencia, aunque la lógica más pragmática convierta este objetivo en inconfesable.

Sobre esta base integral, poco apetitosa para la mayoría, el PP vierte un relleno de banalidades, de grandes palabras con mucha salsa harinosa, pero de poca enjundia, de imprecisiones, salpicado todo ello con unas angulitas, muy del gusto de su fiel clientela, y con muchas albondiguillas hechas con ingredientes cuya baja calidad sólo la notan los demás, al parecer, cuando les obligan a comerlas y a digerirlas. Y puede que ni aún así, porque hoy hay quien come sin saber lo que está comiendo y traga estos mejunjes porque está de moda hacerlo.

Para tapar estas inmundicias, el PP las cubre con otra capa también, como la primera, dotada de un halo de claridad expresa. Se difunde por todos los lugares que todo está claro, tanto la maldad de los adversarios, transformados en enemigos de todos, como la idoneidad del contenido propio, aunque sepan (o no) que es de una calidad ínfima y que conseguirá empeorar la situación. Está claro para ellos que el relleno de su sandwich es el único posible y que el de los demás no vale.

Todo está claro hasta que llegue un día que de nuevo se despierte la gente y se dé cuenta de su anemia y de la obesidad de los otros. Pero ¿qué habrá que hacer para que ese día llegue?

Estúpidos



Hay estúpidos más o menos silenciosos. Son pocos. Los hay con sordina. Son algunos más. También los hay dicharacheros, que son más abundantes. Y los hay con altavoces incorporados de serie. Estos últimos están en este mundo porque no los aguanta ni dios.

Las cualidades del gobernante, según Platón

Resumen del pensamiento de Platón sobre los gobernantes, expresado en la Republica. Puedes leerlo aquí.

domingo, 30 de octubre de 2011

Hablo poco



Yo no soy un gran hablador. Prefiero escuchar a hablar. Hablar por hablar no me satisface. Creo que hay que hablar cuando se tiene algo interesante que decir. Si no, lo mejor es callar.

Pero me he pasado muchos años hablando todas las mañanas durante 3, 4 o 5 horas en clase y ahora suelo estar callado casi todo el día. Por eso agradezco mucho que alguien me dé conversación, aunque sea poca. No me refiero a los chascarrillos del mercado o de las tiendas, sino a quien me plantea cosas, a quien me pregunta algo, a quien me hace hablar porque sabe que ahora tengo menos posibilidades. No me gustaría limitarme a hablar por aquí, aunque este es un lugar generalmente rico. Creo que necesito un poco más de contacto humano.

En fin, son las cosas de la nueva vida.

sábado, 29 de octubre de 2011

El 'todo vale' en la frutería

Acabo de volver de hacer la compra en la frutería. Mientras estaba allí, ha entrado una señora joven, bien vestida y de aspecto agradable, con una niña pequeña de 4 o 5 años. La niña se ha dirigido a la cesta de las mandarinas y ha tomado una por su cuenta ante las atentas miradas, por una parte, de su madre, que se ha quedado callada y no le ha hecho ninguna indicación a la niña, como si no fuera con ella, y, por otra, de la frutera, a la que se le ha cambiado el tono de la voz.

¿Cómo no va a ganar el PP? Si desde la más tierna infancia educan a los niños en esa trágica norma de 'todo vale', ¿cómo van a creer luego estos niños en el respeto, en el sacrificio, en la igualdad o en la libertad? ¿Entiendes por qué no quieren educación pública? Lo que no quieren es que conviertan a los jóvenes en ciudadanos libres, que piensen por su cuenta y que descubran que hay cosas que no se deben hacer y valores que hay que respetar.

La pobre niña, si alguien no lo remedia, votará al PP el día de mañana y su santa madre, es decir, la señora que parió a la niña, porque de madre, por lo que he visto, tiene poco, ya lo votará ahora y por los siglos de los siglos, porque a ella le va bien.

Habrá que atar las mandarinas con cadenas en las fruterías por si entra esta gente.

Huida



No hace falta ser creyente de ninguna religión para huir de este mundo en cuanto las cosas se ponen incomprensibles.

viernes, 28 de octubre de 2011

Incomprendido



Jack domina todos los palos, encuentra todas las soluciones, resuelve todos los enigmas, sean físicos o metafísicos, conoce todas las claves para el buen funcionamiento del mundo. Él es el dios de una religión incomprendida: la suya.