sábado, 21 de marzo de 2009

Limpiando la mesa / 6 / Vacío



Un gran fotógrafo, del que he puesto algunas fotografías en este blog, se preguntaba en una ocasión “¿No es precisamente el fotógrafo quien “escribe con la luz”?”. Sin duda que esto es así, pero también lo es que hay algunos escritores que fotografían la realidad con la palabra. Entre ellos destaca, en mi opinión, como un maestro Manuel Vicent. Porque no se trata sólo de ofrecer una visión certera de la realidad, de la visible y de la que se esconde tras la apariencia cotidiana, sino también de hacerlo con los juegos de lenguaje apropiados para que aparezca el arte.
Un ejemplo de los muchos que ofrece este escritor es el que aparecía en la última página de El País del domingo 22 de febrero de 2008. Lo pongo aquí para que goces con su lectura. Su título es “Vacío”.

Montó en el coche de 16 válvulas y primero se palpó los genitales para comprobar que seguían en su sitio, luego acarició el salpicadero para estimularlo como se hace con los caballos, estiró la yugular con un gesto de halcón, puso en marcha el motor y finalmente el tipo arrancó encabritado para convertir la máquina en un arma. Tumbó la aguja a 190 y enseguida montes, valles y sembrados se fundieron con su mente en el cristal del parabrisas. Le bastaba con impulsar un poco la suela del zapato y la máquina obedecía: a cada segundo se tragaba el horizonte con más voracidad. Podía aniquilar a su antojo el tiempo y el espacio, esos dos conceptos estúpidos de la creación; de hecho a 220 por hora el tipo comenzó a sentirse amo del vacío. En plena exaltación decidió hacer un alto en el camino y en cuanto entró en aquel bar de carretera su existencia volvió a llenarse de intrascendentes actos anodinos que pertenecen al resto de los mortales. Bostezó, se rascó una oreja y después de vaciar la vejiga sobre la raja de limón del urinario, escribió el número de su teléfono móvil en la puerta de uno de los retretes. Lo había hecho muchas veces en otros bares de carretera. Mientras tomaba una ración de queso contempló una vitrina repleta de mantecadas, tarros de miel y embutidos de la comarca. Dudó si comprar un chorizo. Ése fue el pensamiento más profundo que tuvo ese día. Miró el reloj. Volvió a montar en el coche, acarició el salpicadero y salió disparado. De nuevo el tiempo y el espacio se constriñeron en un punto, pero ahora el vacío no era distinto de la propia soledad. Si es cierto que un segundo antes de morir se concentra toda la vida en un solo pensamiento, a 220 por hora, antes de ver el camión que se le venía encima, el tipo pensó en el chorizo que estuvo a punto de comprar. Jamás supo si se había salvado del golpe mortal, aunque al llegar a su destino comprobó que los genitales seguían en su sitio. Vivía solo. Su número de teléfono anotado en todos los retretes del camino era su única conexión con el mundo, pero nunca nadie le había llamado. Una vez en casa, el tipo habló con el gato en la cocina y luego se cortó las uñas mirando por la ventana. Como les pasa a muchos, tal vez había muerto y lo ignoraba.
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jueves, 19 de marzo de 2009

Charlize Theron


Charlize Theron nació en Benoni, Sudáfrica, en 1975. Hace unos días estuvo en España promocionando su última película, la dirigida por el mexicano Guillermo Arriaga y titulada Lejos de la tierra quemada.

En el diario El País apareció una entrevista en la que la actriz, que aparece desnuda en el comienzo de la citada película, decía:

No es fácil quitarse la ropa, pero tampoco desnudar el alma. Me cuesta más desnudar mi alma que mi cuerpo.

Un actor o una actriz que vive pendiente de su físico y de su imagen no es un buen profesional, lo importante es hacer buenas películas.

El trabajo de un actor es el de transformarse para dejarse hacer por el director. Es como un lienzo en blanco para el pintor.

En mi país hay demasiadas tradiciones y tabúes con los que hay que romper para poder denunciar sin problemas, entre otras cosas, las violaciones.
La adolescencia de la actriz fue difícil. Su padre, un maltratador, asesinó a su madre cuando Charlize contaba con 16 años de edad. Desde hace una década, la actriz es embajadora de la ONU contra la violencia de género.
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domingo, 15 de marzo de 2009

Palas Atenea / Minerva


Palas Atenea, la Minerva latina, fue hija de Zeus y Metis. Zeus se tragó a Metis cuando ésta estaba embarazada y, para que pudiera nacer la hija, tuvo que acudir a Hefesto, el divino cojo, para que le abriera la cabeza. De ella nació Palas Atenea completamente armada. Por eso es considerada diosa de la guerra, aunque también lo es de la actividad inteligente, de las artes, de la literatura y de la filosofía.

Sus atributos más frecuentes son la lanza, el casco y la égida, una especie de coraza de piel de cabra regalada por Zeus. Su escudo lleva incrustado la cabeza de la gorgona Medusa, condenada por Palas Atenea a tener serpientes en lugar de cabellos y a ser capaz de petrificar con la mirada por haber tenido relaciones sexuales con Poseidón en su templo. Su planta favorita era el olivo y su animal, la lechuza, el símbolo de la sabiduría, la que, según Hegel, echa el vuelo al atardecer, el mejor momento para conocer lo que ya ha ocurrido en el día.

La estatua que se encuentra en la azotea del Círculo de Bellas Artes es obra del escultor Juan Luis Vasallo (1908 – 1986) en 1964.

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viernes, 13 de marzo de 2009

Vagabundos vagos


Me los encontré en Madrid, pero no llevaba yo encima la cámara de fotos. Luego me los encontré en Cádiz. Y ahí sí los pude fotografiar. Lógicamente me pidieron dinero y cuando se lo di, me dieron un papelito pequeño con ¡su dirección de internet!. Te la pongo aquí: http://www.lazybeggers.com/

Alardean de sinceridad. Piden para vivir más o menos como vives tú, pero sin trabajar ni pagar el IBI.

No logro comprender del todo la psicología de estos personajes. Si dicen que son vagos, sin duda que lo serán. Y puede que sean sinceros. Sin duda que usan esa sinceridad para sorprender y sacarle dinero al sorprendido. Pero no sé si también tienen la cara algo dura o si juegan a ser golfos simpáticos. En todo caso, hay que tener afición para vivir así.
Dicen que cuando al torero Rafael Gómez Ortega, El Gallo, le presentaron a Ortega y Gasset, le dijeron que era catedrático de Metafísica. El torero, sorprendido, pidió que le explicaran en qué consistía ese trabajo. Le dijeron que se dedicaba a pensar, a lo que el torero respondió con la célebre frase:
- ¡Hay gente pa tó!
Pues lo mismo digo.
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miércoles, 11 de marzo de 2009

Tú verás lo que haces



Tiene 35 años. Se notó un bulto en el pecho y acudió a un hospital privado de esos que mima Esperanza Aguirre. El médico privado le dijo que eso no era nada, que no se preocupara y que si crecía, que volviera. Volvió porque el bulto iba creciendo. La vio el mismo médico privado en el mismo hospital privado mimado por Esperanza Aguirre y de nuevo le dijo que eso no tenía importancia. Cambió de médico. Tiene cáncer de mama.
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