Se nace muchas veces. Es cierto que hay una primera vez que es decisiva, pero nos pasamos la vida volviendo a nacer en multitud de ocasiones. Se nace cada mañana, después de que se nos duerma la conciencia por la noche, con el milagro alegre del despertar. Cuando amamos a alguien, le damos algo de nosotros, aunque solo sea tiempo. A veces, le damos lo mejor de nosotros y perdemos parte de nuestro ser, pero luego nacemos más grandes, más generosos, siendo más nosotros mismos. Se vuelve a nacer cuando alguien intenta quitarnos la dignidad y no lo consigue o la recobramos, y logramos alejarnos del peligro de ese ser. Después de que intenten ocultarnos lo que hay mediante mentiras e inventos interesados, nacemos de nuevo cuando descubrimos la realidad y la falsificación con la que intentaban engañarnos. Hay quienes intentan robarnos la libertad, la igualdad y la alegría, pero cuando la recuperamos, volvemos a nacer en un mundo mejor y más sano. Se nace con entusiasmo cuando aprendemos a sentir, a pensar, a vivir. Y se nace liberado cuando, después de que no nos hayan permitido expresarnos, podemos hablar, escribir y ser.
Y hay nacimientos que son verdaderos renacimientos, porque nacen en quien ya nació, solo que hacen nacer a una nueva vida. Vivir un renacimiento en la propia vida es una experiencia que cada uno apreciará a su manera, pero seguramente pocas vivencias a lo largo de la existencia podrán equipararse en intensidad a esta del renacer.
Hubo un día que Manuela Barrios Fedriani renació y en el jardín de su nuevo mundo le nacieron -lo dice ella misma- “rosas, rosas blancas, mi hija y la suya, mi nieta”. Con ellas nacieron las palabras que conforman su libro Rosas, elegantemente editado por Q-book (editorial@qbook.es). Veinticinco poemas y otros tantos “Cuentos arrimados a la abuela” forman su contenido, ilustrado por Francisco Asencio.
Los poemas nacen del alma y muestran experiencias vitales de la autora. Son versos que tienen emotividad, que son sencillos en su forma y sentidos en su contenido.
...Creer en es confiar.
Creer que es dudar.
Creer en es seguridad.
Creer que, desconocer la verdad...
Los “Cuentos arrimados a la abuela” son un pequeño gran tesoro que la abuela Manuela -Nana- regala a su nieta Dada y que esta recibirá, disfrutará y se emocionará leyéndolos en cuanto pueda hacerlo. Lo sé por experiencia. También mi padre quiso dejar para la memoria unos textos que relataban mis primeros días, incluso mis primeros meses. Siempre los leo sintiendo el cariño entre líneas. Estoy seguro de que Dada también lo hará así.
El libro se lee con la mente conectada al corazón, con el interés creciente y con una sonrisa emocionada en los labios. Deja un sabor a creencia en que un mundo bueno es posible, aunque la vida sea difícil y los tiempos duros. Es la puerta de un futuro por hacer, que lo será en medio del cuidado y del cariño que emanan de la buena familia en la que nació Dada, y, especialmente, de su abuela Nana, que un día expresó con palabras todo el amor que volcó y volcará en ella.
Muchas gracias, querido Maestro.
ResponderEliminarMuchas gracias por tanto, querido MAESTRO.
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