Una
cosa es la soledad, que estriba en no tener a nadie a quien querer, y
otra es el aislamiento, que consiste en romper los lazos que nos unen
con la realidad, con el mundo en el que estamos.
Me parece que es
cada vez más frecuente que se rompan los lazos que nos invitan a
darle algo al mundo, pero no los que nos permiten recoger lo que el
mundo nos aporta.
Buenas noches.
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