Cada vez noto que es más frecuente que los alumnos acepten mal un suspenso. Por una parte, confunden el trato afectuoso con que les vas a aprobar por su bella cara o porque les tratas con respeto y con consideración, sin que vea yo qué tiene que ver una cosa con la otra; y, por otra, tienen tan interiorizado que a un mínimo esfuerzo le corresponde una buena nota, aunque sea mínima, que consideran que con cualquier cosa que pongan, aunque sea un disparate o una nimiedad, están obligados a recibir un aprobado. Esto está gestando unas personalidades vacías, creídas y proclives a ser víctimas del resentimiento. Creo que debo ser más estricto en los exámenes aunque me gane malas caras y malos comentarios. La justicia y la racionalidad deben estar por encima de todo. Uf.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
viernes, 25 de junio de 2010
Exámenes y malas caras
Cada vez noto que es más frecuente que los alumnos acepten mal un suspenso. Por una parte, confunden el trato afectuoso con que les vas a aprobar por su bella cara o porque les tratas con respeto y con consideración, sin que vea yo qué tiene que ver una cosa con la otra; y, por otra, tienen tan interiorizado que a un mínimo esfuerzo le corresponde una buena nota, aunque sea mínima, que consideran que con cualquier cosa que pongan, aunque sea un disparate o una nimiedad, están obligados a recibir un aprobado. Esto está gestando unas personalidades vacías, creídas y proclives a ser víctimas del resentimiento. Creo que debo ser más estricto en los exámenes aunque me gane malas caras y malos comentarios. La justicia y la racionalidad deben estar por encima de todo. Uf.
jueves, 24 de junio de 2010
Cansancio y descanso
En toda vida vivida hay un cansancio físico, y un cansancio de tener que tomar decisiones con demasiada frecuencia, y un cansancio producido por la presencia no siempre agradable de los otros, y un cansancio de la rutina que se nos va instalando en los usos, y un cansancio del intento de hacer real lo difícil, lo necesario, lo imposible, y un cansancio de no sentirse querido, y un cansancio de saberse no comprendido, y un cansancio de tener que explicar tantas cosas tantas veces a tantas personas, y un cansancio de la velocidad a la que la necesidad mata la vida, y un cansancio de que todo valga para cada vez más gente, y un cansancio de los miedos acumulados sin querer, y un cansancio de la mediocridad habitual tan escasamente salvada, y un cansancio de estar siempre tan cansado.
En toda vida vivida tiene que haber un descanso para que lo vivido sea una vida y tenga un sentido consciente. Un descanso que tiene que ser el descanso de cada uno. Un descanso que nos eleve por encima del agobio de lo cotidiano, tan inútil y tan necesario a la vez. Un descanso que no aparece, como el cansancio, sino que hay que buscarlo, que crearlo, que inventarlo.
miércoles, 23 de junio de 2010
Perlas
Recojo aquí algunas perlas encontradas últimamente leyendo escritos de ciertos señoritos y señoritas que dicen estar estudiando.
martes, 22 de junio de 2010
Ánimo
El tipo tan delicado, simpático y elegante que me vende cada día el periódico me volvió a despedir el otro día con ese gruñido contemporáneo que distingue a los seres antropomorfos y que suena “vengaaaaa”.
En medio del frío y de las nubes de un lamentable día de otoño en primavera, un tipo asqueroso me ha obsequiado al pasar a su altura con unas toses emitidas asquerosamente sin taparse la boca, con lo que me he visto obligado a esquivar sus efluvios, como si tuviera que evitar el impacto de una bofetada en la cara.
He subido al autobús y había tal algarabía allí dentro que parecía más bien un mercado en horas punta. No pude leer el periódico a gusto.
Me he sentado a escribir este texto en el aula en la que nos permiten estar a los profesores de apoyo en las PAU y he tenido que defenderme de uno de ellos, que estaba absolutamente desocupado y que se ha dedicado a pasear observando lo que hacía cada cual, como si se tratase de vigilar un examen.
Me he traído el paraguas y está empezando a salir el sol.
Es uno de estos días en los que hay que reaccionar ante las circunstancias y buscar energías positivas en algún lugar en el que puedan estar escondidas y procurar vivir con buen ánimo, aprovechando lo mejor posible las veinticuatro horas que nos depara este día.
lunes, 21 de junio de 2010
Catedráticos
Lo bueno que tiene el Mundial de fútbol es que te metes en cualquier bar a tomar un vino y, como estén dando un partido, aparece un nutrido grupo de catedráticos que, al no estar reconocidos ni por Harvard ni por su cuñada, necesitan hacer ver ante la multitud de la media docena de parroquianos de la barra sus amplios e incontestables saberes. Los hay de Estrategias infalibles, de Tácticas goleadoras eficaces, de Sistemas de entrenamientos mucho mejores, de Lo que tenía que haber hecho y de Ya te lo había dicho yo mucho antes. Suelen salir a la luz cuando más falta hacen a la causa, esto es, cuando pierde el equipo que se esperaba que ganase. Haz la prueba. Si esta noche empieza a perder España –ojalá el destino no lo tenga contemplado así-, sal rápidamente a la calle y entra en cualquier bar. Seguro que ves allí a todo el Claustro reunido y emitiendo informes definitivos para salvar la situación. Es lo que tiene el fútbol.
domingo, 20 de junio de 2010
sábado, 19 de junio de 2010
viernes, 18 de junio de 2010
Saramago ha muerto
La noticia es de esas que se esperan en cualquier momento, aunque yo creía que tenía más que los 87 años que ahora han salido a la luz. Pero, como todas esas noticias lamentables, absurdas y no queridas, la de la muerte de Saramago me ha sorprendido y me ha dejado un poco (más) huérfano. Me gustaba la lucidez que tenía para ser un pesimista y el coraje del que hacía gala para pensar, escribir y actuar como si no lo fuera. Era uno de esos casos inhabituales de personas con la suficiente calidad en la mirada como para escribir con sentido advirtiéndonos del peligro de la ceguera colectiva. No me extrañó nunca que cierta gobernanta inculta, condesa y ordinaria, que llegó a ser Ministra de Cultura, lo confundiera con Sara Mago. Su punto de vista era siempre atinado, sensato, directo, arraigado en un pensamiento social, nada egoísta e independiente. Para mí, en realidad, era uno de los referentes en la vida, no tanto por sus novelas, sino por sus artículos y por sus entrevistas, porque era un modelo, y un modelo es siempre algo más que las copias o las reproducciones que de él se hacen. Por decirlo de la manera más sintética posible, era un verdadero ser humano. Gracias, Saramago, por haber existido.
La vela
“Cuando el cansancio echa sus raíces en ti, las negras sombras de las más espesas nubes hacen que se oscurezca el paisaje, que no parezca apetecible el futuro y que la vida se confunda con una especie de estrecho y movedizo puente colgante que no se sabe muy bien por qué hay que atravesar.
Pero tú eres fuerte y sabes que casi todo es pasajero, que siempre se puede encender una vela que dé un poco de alegría y que no suele pasar tanto tiempo para que vuelva a salir el sol”, le dije hoy al del espejo mientras me afeitaba.