Hay que descubrir y aislar a quienes odian y a quienes difunden el odio. El odio es el sentimiento más destructivo que hay. Estar con alguien que odia es de lo más desagradable y peligroso que se puede experimentar. ¿Por qué? Porque ningún sentimiento se conforma con quedarse dentro del que siente. La alegría se manifiesta en la sonrisa; la tristeza, en el llanto; el orgullo, en la cerrazón en sí mismo. ¿Y el odio? ¿En qué se manifiesta el odio? Está muy claro: en la violencia y en la incitación a la violencia. Hoy hay gentes de poca formación y de escasa humanidad que odia a quienes quieren explotar y a los diferentes. Hay quienes odian a las mujeres y las maltratan y las asesinan. Hay quienes odian a quienes no son heterosexuales y los maltratan y los asesinan. Hay quienes odian a los extranjeros y los maltratan sin importarles que mueran. Hay quienes confunden a cualquier adversario con un enemigo y también lo odian. Mientras los ciudadanos no se den cuenta de que el odio no tiene cabida en un mundo de seres humanos, la violencia seguirá creciendo en la sociedad. Y habría que evitar que aparecieran quienes odien a los que odian y se propongan acabar violentamente con ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes expresar aquí tu opinión.