miércoles, 7 de marzo de 2018

Amaia Bakaikoa. La amistad después del amor.



Entrevistada en Boulevard de Radio Euskadi por Miriam Duque e Iñigo Lejarza Ortiz.
Cada pareja es un mundo, pero cuando se acaba el amor se puede seguir manteniendo una relación de amistad con tu expareja; o al menos una relación cordial.
Si hay hij@s en común, tras una ruptura se deja de ser pareja pero serán una familia toda la vida, por lo que es importante mantener un vínculo de cordialidad.
Se necesita un tiempo para superar el dolor y enfriar los recuerdos; pero una vez elaborado ese duelo se puede llegar a establecer un nuevo y bello vínculo de complicidad amistosa, aunque esté exento de la intimidad y la pasión que había anteriormente que son las que precisamente definen las relaciones sexoafectivas o de pareja.
Y de la misma forma, tu expareja deja de ser alguien imprescindible o una persona tan asidua en tu vida. Y, además, hay que saber aceptar a las nuevas parejas futuras que establezca sin actitudes negativas de celos.
Pero la parte interesante es que con quien hubo una gran conexión y química se puede crear una amistad auténtica muy potente.
Si ha habido una ruptura traumática que ha producido un gran desgaste emocional o una relación violenta lo recomendable sería poner claramente una distancia.
En general, no se debe borrar de tu vida a una persona que has amado, sino que hay que hacer ese tránsito que te lleve a establecer un nuevo vínculo que aporte recíproca satisfacción.
Crear relaciones emocionales y de amistad nos fortalece y es fuente de bienestar y salud mental.
Una sonrisa, un abrazo, una conversación con un amig@ nos aleja del sufrimiento y espanta los miedos.
Y no olvidemos que l@s amig@s son la familia que elegimos para recorrer nuestra vida en compañía y merece la pena cuidarl@s y quererl@s bien.

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