domingo, 28 de febrero de 2010

Flores




Me disfrazo en Carnaval de lo que sea, de lo que diga Mercedes, que es la que diseña la jugada. Salgo a la calle con los ojos expectantes a gozar del espectáculo de la espontaneidad, de la creatividad, de la originalidad.

La gente en Carnaval es ella misma. Va disfrazada de personajes imposibles y ha dejado en casa los disfraces habituales, los de todos los días, y con ellos las costumbres secas, manidas, alejadas de la vida. Van disfrazados de otra cosa, pero, en realidad, van desnudos. Van tal como son. Son como son en Carnaval y tapan sus cuerpos con disfraces para crear el espectáculo, pero el alma la llevan desnuda.

Yo, que tiendo a ser tímido y callado, me suelto en Carnaval y hablo con los desconocidos. Les digo algo sugerente y contestan con gracia. Les regalo flores hechas con papel y les miro a los ojos y disfruto con la expresión de sorpresa y de placer de alguien a quien un desconocido le regala algo. A veces nos besamos, a veces sonreímos, a veces nos deseamos lo mejor. Siempre nos comportamos con una humanidad emocionante.

Pero este año me han rechazado dos flores dos personas a las que se las estaba regalando. No me había pasado nunca. Espero que fuera la lluvia y que algo no se esté poniendo peor de lo que está.

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1 comentario:

  1. PERO QUIÉN SE ATREVE A RECHAZARTE UNA FLOR!!!!?????
    Qué está pasando con el mundo???!!!

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