He ido al Museo Naval, en Madrid, a ver
la exposición con la que dan homenaje a Blas de Lezo, un marino
vasco que participó en un buen número de batallas navales, que
murió con 52 años sin haber sido derrotado nunca, pero que vivió
desde los 25 tuerto, manco y cojo.
Resaltan en la exposición sus dotes de
estratega y también el valor, la constancia, la generosidad y la
entrega en la defensa de sus ideales, a pesar de las desgracias
físicas sufridas en los combates.
Viendo la pequeña pero interesante
exposición, yo me preguntaba: ¿qué tienen estos hombres para ser
así? ¿cómo se forjan este tipo de personas? ¿qué hay que decirle
a un ser humano para que se comporte así? ¿qué vivencias dan lugar
a este tipo de personajes? Es verdad que cuanto mayor sea el objetivo
y más alta la meta, con más fuerza puede entregarse una persona a
su consecución, pero ¿qué es lo que hace que alguien se entregue a
ellos? ¿dónde están hoy ese objetivo y esa meta? ¿y dónde buscar
hoy un Blas de Lezo?