Phoenix
o fénix
(φοῖνιξ), en
griego, significaba púrpura (Canaán posiblemente también significa
púrpura). Era el nombre de ese tinte rojo espectacular obtenido de
un pequeño molusco en el Mediterráneo Oriental. En segundo lugar,
el vocablo adquirió el significado de "pueblo púrpura" o
"tierra de la púrpura"; así phoenix
también significó fenicio. Acabó teniendo una tercera acepción,
el Ave
Fénix,
por los vivos colores de esa ave mitológica. Aunque la palabra esté
ampliamente documentada en griego, con toda probabilidad es un
préstamo del fenicio al griego. Y una cuarta acepción, también
significó palmera.
La
lengua fenicia era una lengua semita, en el complejo mapa lingüístico
del Próximo Oriente alrededor del año 1000 a. C., en el que
encontramos, además del fenicio, el hebreo, arameo, siríaco,
ugarítico, nabateo, acadio, asirio, babilonio y el protoárabe, por
citar los más conocidos. No todos hablados simultáneamente, en una
misma época, ni en territorios muy estables, sino en un complejo y
variable mapa. Hay muchos factores desestabilizadores en la zona
(sigue siendo hoy día una zona nada estable): 1, aún el nomadismo
tenía muchísima fuerza, favorecido por las condiciones
semidesérticas, y 2, el hecho de ser la zona de contacto entre los
dos polos fuertes del Creciente Fértil, Egipto y Mesopotamia. A todo
esto se añaden hoy día las religiones y el petróleo. Estamos
hablando de un polvorín histórico.
Los
fenicios crearon el alfabeto. Este es un avance importantísimo en la
historia de la cultura. Fue este pueblo de comerciantes, sin grandes
imperios territoriales, ni hermosas aportaciones artísticas, como
los egipcios o los mesopotámicos. Fueron los fenicios los que
inventaron el alfabeto. Además inventaron el dinero (otra gran
aportación a la cultura universal, esta de signo negativo).
Los
fenicios fueron los descubridores de España, y probablemente los
creadores de la palabra España. Copio lo que en su día (18-XII-15)
escribí sobre la etimología de España:
"ESPAÑA.
Del latín Hispania,
y este del fenicio Ish
Fannim,
isla de conejos. Una leyenda cuenta que al desembarcar los fenicios
gritaron: ¡Span,
span!,
conejos, al verlos a montones saltar entre la maleza. Pero antes de
ser llamada Hispania
había sido llamada Iberia,
la tierra del iber,
del río. Eso significa Ebro en lengua ibérica, río. Y los griegos
habían llamado Hesperia
a todas las tierras del Mediterráneo occidental, la tierra por donde
se pone el sol. De la misma raíz que vespertino
y vísperas.
Y después los cartagineses habían fundado una guarnición al lado
del Guadalquivir, cuyo nombre púnico contenía la raíz Hispa-
y los romanos refundaron como Híspalis.
Esta forma pudo dar origen al nombre del territorio, y pudo ser
adaptado por los romanos como Hispania.
Hoy es la hipótesis más aceptada entre los expertos".
Según
la leyenda, los fenicios, incluso desde sus barcos, vieron saltar
conejos entre la maleza y exclamaron "Span,
Span",
"Conejos, conejos" y de ahí deriva el nombre de España,
tierra de conejos. Y en efecto, a causa de las glaciaciones, el
conejo era un animal que solo existía en la Península. Pero yo
quiero elaborar otra teoría (en broma). Si los fenicios no conocían
el animal, menos tendrían una palabra para ellos. Mi hipótesis es
que Span
significaría: "Mira qué bichitos tan graciosos" y España
significaría "la tierra de mira qué bichitos tan graciosos".
En realidad los fenicios confundieron a los conejos, que no conocían,
con los damanes,
especie abundante en Fenicia. Y así España significaría realmente
"tierra de los damanes".
También
la palabra EUROPA
puede ser de origen fenicio. Desde luego, según el mito, una
princesa fenicia, Europa, fue raptada por el toro Zeus y llevada a
Creta. Pero antes que el mito pudo existir el topónimo. Hoy todos
descartan la etimología griega popular, de εὗ
(eu
bien), y ὄψις
(opsis
vista u ojos), de bellos ojos; y hay otras etimologías. Hoy todos
coinciden en que es un préstamo de una lengua semítica,
probablemente el fenicio. Aunque sea una teoría muy débil se
propone la forma semítica uruba,
que significaría "lugar por donde se pone el sol".
Y,
en consecuencia, también sería de origen fenicio la palabra EURO.
En
la próxima entrega veremos que, además de España o Europa, pueden
ser de origen fenicio palabras como camello, cedro, cadmio o malecón,
chalote o endivia.