Imagen tomada de ONU Mujeres
Hoy no es el día de la mujer
trabajadora. Hoy, como todos los 8 de marzo, es el Día
Internacional de la Mujer, trabaje o no. No se trata de cubrir
los problemas de ser mujer en el mundo con los del trabajo,
que son solo una parte de ellos.
Hoy no hay nada que celebrar. Hoy no hay
nada de lo que felicitarse ni ningún motivo para felicitar a nadie,
como si fuera su cumpleaños.
Los Días Internacionales los creó la
ONU para que fueran ocasiones en las que aumentar la sensibilidad
de los ciudadanos, de los medios de comunicación y de los Gobiernos
sobre temas de importancia y que no están resueltos, como los
derechos humanos, la situación de las mujeres, el desarrollo
sostenible o el cambio climático.
Hoy se trata de que tomemos conciencia
de la situación en la que viven las mujeres en esta y en otras
sociedades. Todavía hay un machismo abundante que maltrata y mata a
las mujeres, unas desigualdades que las hacen más pobres que los
hombres, unas obligaciones, impuestas por los machistas, de ir
bellas, de mostrar sus bellezas y tapar sus fealdades, según los
gustos de los hombres, unas costumbres que las discriminan y les
impide desarrollarse como lo hacen los hombres, o que las mutilan
gravemente en contra de su voluntad, o que les hacen trabajar dentro
y fuera de casa, etc.
Ser mujer es mucho más duro en este
mundo que ser hombre. Por eso, cada vez hay más seres humanos que,
al tomar conciencia de lo que ocurre realmente, defienden la igualdad
entre los hombres y las mujeres, las igualdades concretas y reales en
asuntos concretos y reales.
Ojalá hoy, Día Internacional de la
Mujer, te informes bien de cuáles son esas desigualdades y que el
deseo de igualdad eche más raíces en tu mente.