martes, 31 de julio de 2012

El grifo




Los ricos se enfadaron porque vieron que los pobres vivían casi como ellos, gracias al dinero que les prestaban. Por eso, decidieron un día cerrar el grifo y abandonar a los pobres a su suerte.

Los que mandaban, en lugar de quitarles el dinero a los ricos para que todos pudieran seguir viviendo más o menos bien, decidieron dejar el grifo cerrado e ir secando poco a poco la vida de los pobres, sin importarle lo que les pudiera ocurrir.

Como los pobres no entendían nada de lo que ocurría, porque su preparación era nula y sus preocupaciones iban por otro lado, no supieron qué hacer, se quedaron sin saber qué es lo que les ocurría, poco a poco empezaron a malvivir y muchos se fueron muriendo antes de tiempo.

Todo esto ocurrió hasta que un día los ricos se dieron cuenta de que necesitaban a los pobres para que trabajaran y generaran riquezas para que ellos pudieran seguir disfrutando, por lo que, en un momento de preocupación por su propia situación, volvieron a abrir el grifo.

Los pobres que quedaban seguían sin entender, vivieron algo mejor y creyeron que no había pasado nada.

lunes, 30 de julio de 2012

Orgullo 2012. 57




Orgullo 2012. 56



Bailar



El baile. La vida y el baile son, en el fondo, lo mismo.

Hay que tener, para bailar, un cierto tipo de humildad para que uno sea capaz de dejarse inundar por el ritmo y por la melodía de la música, y para que el fruto de ese torrente acompasado que nos asalta salga luego fuera. No se puede bailar sin una cuota importante de receptividad, de saber escuchar, para que la música y el cuerpo armonicen hasta el punto de que parezcan uno solo.

Para bailar es indispensable la creatividad. Cada vez que se baile la misma canción ha de parecer que se hace de manera distinta, aunque en el fondo no sea así. La mecánica fría y el baile no tienen nada que ver. Cada paso ha de dar la impresión de que es diferente al anterior, aunque sea el mismo. Cada momento, aunque sea repetición de lo ya hecho, ha de hacer creer a quien baila y a los demás que es una ocasión llena de frescura en la que se está creando belleza.

Se baila con otra persona. Rara vez se baila solo y, aun en este caso, se suele bailar para alguien. No se baila con alguien indiferente como pareja, sino con una persona. El baile, en el fondo, es un diálogo entre dos personas que quieren entenderse para generar belleza. La persona con la que bailas tiene un cuerpo, con el que tienes que jugar a bailar, y una mente, con la que tienes que intentar comunicarte. Son dos mentes, que van a vivir una experiencia común y única, y dos cuerpos que se acercan, se alejan, se rozan, se aprietan, se tocan y se sienten. Cuánta vida truncaron y cuánta juventud envejecieron prematuramente aquellos resentidos ensotanados que proclamaban, poseídos por la suciedad mental de la opresión religiosa, que entre los cuerpos debería circular siempre el aire. Vaya maleducados maleducadores.

Bailan dos rostros poseídos por el arte embaucador de la música. Bailan dos miradas que se adivinan mutuamente intenciones, proyectos y sentimientos, que se intercambian palabras que nadie oye, que se dicen lo que disfrutan moviendo sus cuerpos con la cadencia que surge de la creación en común. Bailan dos sonrisas que muestran dos placeres, quizás diferentes, quizás similares, pero dos placeres juntos y generados en dos personas entregadas al gozo emocionante de hacer visible la música.

Bailan los pies y las manos y los cuerpos y las mentes. Baila el aire de alrededor, bailan los sonidos dentro del cerebro, bailan las emociones, bailan las ropas, bailan los olores, bailan las sensaciones de sentir cerca a un hombre, a una mujer. A veces bailan a su ritmo las lágrimas que rebosan de placer por los ojos de los que bailan. Bailan los silencios que acogen respetuosos la música. Bailan también los traspiés, los errores, los fallos. Bailan dos vidas, porque la vida tiene las mismas peculiaridades del baile. La vida es escuchar humildemente, es ser receptivo, es crear con los otros, es gozar, es disfrutar, es hablar, es sonreír, es procurar que se den la armonía y la belleza, es poner cada cual de su parte lo mejor de sí mismos, es dialogar con el cuerpo, con la mente, con las ideas y con los proyectos, es construir cada momento, es compartir de la manera más satisfactoria posible el tiempo que dure la música de la existencia. Claro que la vida lleva también dentro de sí el riesgo de equivocarse, de pisar al otro, de dar un traspiés, de hacerlo mal, incluso de que no quieran bailar contigo. La vida es así. Como el baile.


Le bal es una preciosa película de Ettore Scola que muestra los cambios habidos en una sociedad sin salir de una sala de baile. Puedes verla aquí.


El calendario de Bautista. 30/7/2012. Ingmar Bergman



Tal día como hoy de 2007 murió el cineasta Ingmar Bergman. Tienes más información aquí.



domingo, 29 de julio de 2012

Orgullo 2012. 55




Orgullo 2012. 54



Verano




Si hay una época en la que estoy siempre haciendo algo, en la que tengo menos libertad de lo habitual, en la que las cosas me pueden, en la que no puedo ser yo mismo, en la que no tengo ningún tiempo para mí, en la que quiero, a la vez, que el tiempo corra y que no corra, esa época es el verano.

La sospecha. Oposiciones en Madrid




Estoy indignado. Estoy cabreado. Estoy preocupado. Estoy de muy mal humor. Sobre todo, estoy triste. La tristeza tiene siempre dos caras. Una, la de la situación que produce la tristeza. Otra, la del causante de esa situación.

La situación. Mi amiga se presentó a las oposiciones para profesores convocadas en Madrid. Tras el primer ejercicio, quedó en un lugar privilegiado en la lista de su tribunal. Había buenas perspectivas, aunque nunca se sabe lo que puede pasar. Salieron las listas definitivas y apareció como aprobada. Había logrado sacar las oposiciones en unas circunstancias tan difíciles como las actuales. Imagínate la alegría. Lo dice en casa, se lo dice a los amigos, proclama a todos los vientos que ha logrado vencer el reto de una oposición.

Pasan tres horas desde que apareció la lista definitiva. Tres horas de felicidad, de gozo y de respirar hondo. Pero basta un segundo para que la ineptitud, la estupidez o vete tú a saber si una mano interesada hagan su aparición, así que en tres horas puede pasar de todo. En efecto, en medio de la alegría y de la celebración, sale una nueva lista. Anuncian que, por error, la lista verdaderamente definitiva es la que exponen ahora y en ella no aparece mi amiga. Tú, que me lees, ponte en el lugar de mi amiga y siente con ella lo que le pudo entrar en la vida.

El causante. Lo normal es que sea en la Consejería de Educación, tan sabiamente dirigida en la Comunidad de Madrid por la señora Figar y sus asesores y de la que todos los profesores tienen amplias y profundas experiencias, en donde se reciban las listas de los diversos tribunales y se elabore la lista definitiva, según las puntuaciones obtenidas, para su publicación. Algún inepto de los que tanto abundan, un estúpido metido en donde no debe, un cretino de los que no deberían estar en donde están o un mediocre de estos que se ponen a hacer lo que sea y lo hacen de cualquier manera debió de hacer la lista sin la menor atención, sin el conveniente cuidado, sin la necesaria responsabilidad y sin saber lo que hacía. Y metió la pata. Lo normal sería que este señor o esta señora desapareciera de ese puesto y fuera cesado de inmediato por su superior jerárquico, por ser un inútil y un peligro público para la comunidad ciudadana. Si no ha sido así, hay que exigir que dimitan él/ella y sus superiores. Se han acostumbrado a que los ciudadanos traguemos todo lo que se les ocurra y no tienen el menor inconveniente en hacer cualquier desmadre y quedarse tan tranquilos. No han aprendido a ser servidores públicos en una democracia y, por lo que se ve, no van a aprender nunca.

Aunque, quién sabe, ¿es esto lo que ha ocurrido o han sido otras cosas? Esta Comunidad de Madrid la gobierna el PP desde hace mucho tiempo y ya sabemos la afición que tienen estos señores y señoras del PP por meter en lugares cobijados a sus familiares, amigos y partidarios. Tal afición me hace abrir la sospecha de si no habrán llegado algo tarde algunas comunicaciones interesadas que había que atender y han procedido cuando han podido. Es lo que tiene el hábito de mentir, de medrar, de colocar y de imponer, que crea la sospecha y eso es muy difícil de quitar. Quienes no se caracterizan por tener una idea clara de la ética, de la justicia, de la democracia ni del trato humano a los ciudadanos no hacen más que mantener siempre viva la mecha de la sospecha.

La tristeza me lleva a la indignación, a la sospecha y a ese sentimiento pesado, pastoso y que cada vez se instala con más facilidad en mi mente de que este mundo que estamos construyendo y que estamos tolerando en este país no es más que una verdadera mierda.





CocoRosie. Turn me on