El
verbo GERO
en latín significa
llevar, no en sentido físico, sino en sentido inmaterial, como se
llevan las cuentas o se lleva una enfermedad. Se usaba para todo,
llevar la guerra, o llevar un asunto cualquiera; muchas veces
significaba llevar a cabo un esclavo las órdenes del amo. Es
curioso, pero no ha pasado a nuestra lengua, lo más parecido es su
derivado gestionar.
Eso sí, ha pasado caracterizado con prefijos, digerir
o sugerir,
pero no tenemos gerir,
que sería lo esperable. Es un caso parecido a duco,
que no ha quedado como ducir,
pero tenemos montones de producir,
seducir,
conducir,
etc. , que ya vimos en estas páginas (6 junio 2014).
Es
muy oscuro su origen indoeuropeo, algunos hablan de una raíz
protoindoeuropea, pero no hay paralelos en otras lenguas, que sería
la base para reconstruir hacia atrás el origen común.
El
verbo, además de su raíz principal ger-,
tiene el participio gestus,
de donde también tiene, para el español, la raíz gest-.
Los participios en -tus
son normales en latín, se han transformado en los participios
castellanos regulares en -ado,
-ido,
por transformación de la t
en d.
Y aún conservamos la t
en puesto,
escrito,
abierto,
o camuflada en dicto > dicho
o facto > hecho.
Los
expertos dicen que es más antiguo ges-
que ger-.
Hay un fenómeno fonético en latín arcaico llamado rotacismo,
que transformó muchas eses en erres, a veces dejando rastros. Geso
evolucionó a gero,
pero tenemos gestus;
como descubrimos en plus-plural,
o justo-jurídico.
Pero no quiero meterme en tecnicismos; perdón, solo ha sido un
poquito.
Bueno,
a partir de ger-
y gest-
se abre el abanico de derivados y compuestos en español. Con
prefijos tenemos digerir,
ingerir
y sugerir.
Y a partir de ellos digestión,
indigestión,
ingerencia,
sugestión,
sugerencia,
congestión,
descongestión
(estos sin el inexistente congerir),
y los adjetivos indigesto
o sugestivo.
Y nombres como gerente,
gerencia,
gestor,
gestión,
y a partir de este, gestionar.
Gestor
y gerente
hoy tienen matices semánticos propios, cada uno de ellos, pero en
origen son equivalentes. Es curioso que ingerir
sea tragar, meter dentro, algo físico, mientras ingerencia
es meterse dentro de lo que no te llaman, algo figurado.
Ya
en latín había un verbo gestare,
creado a partir de gero,
que significaba lo que hoy gestar,
estar embarazada, o figuradamente tener un plan en la cabeza. (Me
viene ahora a la mente, como chiste, el mito de Zeus embarazado, en
la cabeza, de Atenea). De gestar derivan gestación,
madre gestante
y progesterona.
Gesto,
es lo que llevamos en la cara, o los movimientos de manos o cuerpo, y
de ahí gesticular.
Las
res gestas
eran las cosas llevadas a cabo por alguien, lo que da pie a títulos
como "Las gestas de tal rey", y de ahí gesta
pasó a significar hecho heroico, las acciones de los superhéroes.
Gero
entra en compuestos, como beligerante,
alígero,
que lleva alas, el gótico flamígero,
ese gótico con adornos semejantes a llamas, flammas,
o silla gestatoria,
aquella silla en la que antes llevaban a los Papas.
De
regesto,
llevar hacia atrás, deriva registro,
y de ahí registrar,
registrador...
También
gerundio...
ah, una bromita entre niños estudiantes de latín: ¿El gerundio
del verbo gero,
es gerundio?
No, es gerendo,
pero sí, es gerundio,
claro.