Si de joven eres desconfiado, de mayor
serás insoportable.
Si de joven no te acostumbras a cumplir
las normas, sino a dar rienda suelta a tus caprichos y a hacer lo que
te dé la gana, de mayor serás insoportable.
Si de joven no aprendes a controlar los
miedos absurdos, de mayor serás insoportable.
Si de joven no has solido ponerte en el
lugar del otro, de mayor serás insoportable.
Si de joven no te has adiestrado en
buscar argumentos, en lugar de desear únicamente tener siempre la
razón, de mayor serás insoportable.
Si de joven no miras las consecuencias
de lo que quieres hacer antes de hacerlo, de mayor serás
insoportable.
Si de joven eres un entrometido, de
mayor serás insoportable.
Si de joven no has logrado quitarte tu
sentimiento de inferioridad, de mayor serás insoportable.
Si de joven te ha gustado estar siempre
en primera fila para que los demás hagan lo que tú quieres, y no
estás dispuesto a aceptar que deberías estar unas filas más atrás,
de mayor serás insoportable.
Si a lo largo de la vida no has logrado
pulir y controlar tus actitudes inconvenientes para la vida de todos
en la sociedad, de mayor serás insoportable.
La edad va rebajando sin remedio las
capacidades mentales de todos. Si cuando has podido, no te has
habituado fuertemente a tener una convivencia sana, abierta,
igualitaria, cumplidora de las normas sociales y respetuosa, aunque
no encuentres eco en la actuación de los demás, de mayor ya sabes
cómo serás.