jueves, 3 de marzo de 2011

Invertir en educación



Jack, en un estado de locura transitoria, se puso de pie en la reunión, levantó el brazo derecho, estiró el dedo de dejar las cosas muy claras, alisó su frente con un gesto de seriedad trascendente y con un volumen de voz que hizo vibrar los cristales emitió:

"Diles que sigan sin invertir en educación, que ya tendrán que hacerlo en cárceles, que es caro y, además, improductivo. Y tendrán que gastar en importaciones y en royalties. Y en hospitales y en médicos para nosotros. Y les tendrán que pagar a ellos el paro o enfermarán o se morirán. No saben lo que están haciendo."

Y con la cara roja se sentó, bajó los hombros y pareció volver a su estado habitual. Murmulló a los que estaban a su lado que no sabía por qué decía estas cosas. Al poco tiempo se levantó y se fue.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Por qué te lo conté




Te lo conté porque me parece que debes saber lo que ocurre, lo que le pasa a los otros, lo que te puede ocurrir a ti. No quiero que te quedes sin saber que eso pasa. No quiero que te quedes sin haberlo conocido,  si eso te pasa.

Te lo conté por si se te ocurría algo que me pudiera servir. De hecho, eso ocurrió.

Te lo conté no sólo porque tengo confianza contigo, sino porque tengo confianza en ti.

Te lo conté porque me apetecía contártelo.

Te lo conté porque me hierve, porque me arde y porque necesitaba sacarlo de dentro.

Te lo conte y me escuchaste. Y la gratitud me inundó el corazón.

martes, 1 de marzo de 2011

Periodistas detenidas

Decía Rosa Montero en su columna titulada Ellas del 15 de febrero de 2011 en el diario El País que
“…esos millones de mujeres maltratadas se están moviendo. ¡Y cómo se mueven! Sus pisadas están cambiando el rotar de la Tierra. Desde las egipcias de las revueltas populares a las mexicanas que combaten el narcotráfico. Una marea silenciosa de heroínas civiles. Déjame que te hable de dos de ellas: de Yirgalem Fisseha, una de las pocas periodistas de Eritrea. Detenida el 22 de febrero de 2009. Lleva más de un año en aislamiento en condiciones terribles. Y de Agnés Nkusi, de Ruanda, editora de un periódico, en prisión desde julio de 2010 y condenada a 17 años. Las dos encarceladas simplemente por informar, dice Reporteros Sin Fronteras. Miro sus fotos: son jóvenes, son guapas, están muy solas. Únicamente nos tienen a nosotros: esta mención en mi artículo, tus ojos que lo leen. A ver qué haces.”

Pues lo que se me ocurre es investigar un poco en la vida de estas dos mujeres y difundir su situación. La información que ofrece la ONG Reporteros sin Fronteras es la siguiente.


Agnés Uwimana Nkusi fue arrestada el 8 de julio de 2010 y permanece en prisión preventiva en la comisaría de Remera, en Kigali, a consecuencia de la publicación de varios reportajes sobre temas “delicados”. Entre éstos se incluyen artículos que analizaban y cuestionaban el asesinato de Jean-Léonard Rugambage, editor de Umuvugizi, y el intento de asesinato en Sudáfrica de un militar exiliado, el general ruandés Kayumba Nyamwasa. Fue acusada de incitar a la desobediencia civil, de insultos al presidente, de propagación de falsedades y de negación del genocidio Tutsi. Se espera que Nkusi sea sometida a juicio pronto. Se desconocen las condiciones de su detención.


En cuanto a la periodista y ensayista Yirgalem Fisseha, trabajadora de la emisora de Asmara Radio Bana, fue detenida el 22 de Febrero de 2009, cuando las autoridades asaltaron dicha emisora y detuvieron a toda la plantilla. Enviada en un primer momento a la prisión militar de Adi Abeito, al noroeste de la capital, fue trasladada con posterioridad a la cercana cárcel de May Swra. Tanto su colega de Radio Bana Bereket Misghina como el joven poeta y escritor Meles Negusse Kifu están encerrados en la misma prisión. El 18 de Febrero de 2010, fuentes fiables en Eritrea comunicaron a Reporteros Sin Fronteras que la periodista y ensayista Yirgalem Fisseha Mebrahtu había  pasado las últimas semanas en régimen de aislamiento en la prisión de May Swra, al norte de Asmara. Se desconocen los motivos por los que recibe este trato. Reporteros Sin Fronteras afirma que Yirgalem Fisseha lleva cerca de un año incomunicada en condiciones verdaderamente terribles que hacen temer por su salud, así como la de una veintena de periodistas detenidos en Eritrea.

Supongo que algo más se podrá hacer y se deberá hacer, pero no se me ocurre otra cosa.


lunes, 28 de febrero de 2011

Dicen que soy homosexual


Fotografía de un modelo diseñado por David Delfín.

Se aprende mucho en la enseñanza. Me he dado cuenta de que andaba yo muy confundido, toda la vida sin saber en qué consistía en verdad ser homosexual. He tenido ahora la inmensa fortuna de que una encantadora alumna de Educación para la Ciudadanía me haya sacado de mi imperdonable ignorancia. Hoy, por fin, he aprendido que un homosexual es una persona a la que le gustan los de su misma especie. ¡Y yo creyendo que era otra cosa!

Más preocupado me ha dejado su definición de lo que es un heterosexual, sobre lo cual tenía yo también, según veo ahora, mis confusiones desde siempre. Me ha escrito que un heterosexual es una persona a la que le gustan las dos especies. Esto, sin embargo, me va a quitar el sueño hasta que tenga la oportunidad de preguntarle cuáles son las dos especies.

Comprenderás, amigo, amiga, mi preocupación. A mí me gustan y siempre me han gustado algunos miembros de mi especie, concretamente las que se denominan mujeres. Jamás se me ha pasado por la imaginación ni me ha sobrevenido en las peores pesadillas intentarlo con miembros de otra especie, de manera que parece ser que soy homosexual. Al menos es lo que sospecho que piensa de mí mi admirada alumna. ¡Qué vueltas da la vida! ¡De lo que uno se acaba enterando!

Y como esto de la Educación para la Ciudadanía –ya se sabe, una asignatura inútil e innecesaria donde las haya- se da sólo una hora a la semana, voy a tardar un poco en volver a ver a la alumna. Tendré que ir a buscarla porque quiero que me cuente lo de las dos especies. Porque eso sí que lo tengo claro. Yo heterosexual así no soy. Con más de una especie, no. Hasta ahí podíamos llegar.


sábado, 26 de febrero de 2011

Derviches / 3

Cuando se quita el manto negro, el derviche se libera de todo lo que le ata a este mundo y se sumerge en la ingravidez. La mano derecha hacia arriba para recibir el amor de Dios. La mano izquierda hacia abajo, para repartirlo entre los hombres.


viernes, 25 de febrero de 2011

Negro futuro



Llego a clase el día que tienen examen de mi asignatura. Nadie repasa nada, salvo dos, que tienen un papel delante y lo miran con un cierto aire de concentración. Antes de repartir las hojas de papel, tengo que esperar algún tiempo para que se sienten, se callen y quiten de la mesa las mochilas, los cuadernos y los libros. Les digo que quien quiera preguntarme algo venga a mi mesa, para no molestar a los demás. Preguntan casi todos, pero desde su mesa y con unas caras que parecen decir que no tienen ganas de levantarse. Están acostumbrados a practicar la ley del mínimo esfuerzo. Antes de contestar, preguntan si deben hacerlo dando las explicaciones convenientes o si basta con decir lo imprescindible. Por ver qué hacen, les aviso de que si alguien quiere más papel, que venga a recogerlo a la mesa. Uno que está a dos metros de la mesa intenta estirarse para alcanzar una hoja, pero sin éxito. Lamentablemente se tiene que levantar, aunque sólo un poquitín, lo indispensable para llegar a la meta. Otro tose, pero no tiene pañuelo ni de tela ni de papel ni de nada. Otro más pregunta algo que ya he aclarado antes, pero, además, como tiene un piercing atravesado de lado a lado en la lengua, no se le entiende lo que quiere decir hasta que lo repite varias veces. Es muy deprimente ver a estos viejos inútiles de quince años.


jueves, 24 de febrero de 2011

Contraste



Salir de casa. Sentir el fresco de la mañana en la cara como si te acariciara un largo paño de seda. Ver el durísimo esfuerzo del día, que quiere escalar decididamente por el precipicio del horizonte lanzando al mundo el rojo amanecer y anunciando un nuevo día de sol. Oír el trino de los pájaros, una melodía sin partitura, improvisada, rebosante de belleza y de armonía, que me recuerda que más allá de los humos y de los ruidos aún hay Naturaleza. Oler el romero al pasar y las rosas y el tomillo limonero. Y llegar a la calle.

Qué corto es el jardín y qué largo es el día.

miércoles, 23 de febrero de 2011

La salud de Esperanza Aguirre





Siento mucho que Esperanza Aguirre tenga un cáncer de mama y que se vea obligada a luchar contra él. Es exactamente lo mismo que siento por todas las mujeres que sufren la misma enfermedad. Y exactamente lo mismo que siento por los hombres que tienen algún tipo de cáncer. Y lo mismo que siento por todos los enfermos de cualquier sexo, edad o nacionalidad. Me gustaría que nadie estuviera enfermo y que si alguien sufre algún mal, que se cure lo antes posible.

Lo que no acabo de entender en este caso de Esperanza Aguirre es la celeridad con la que va a ser operada. ¿Es lo normal en casos como este? ¿Todos los enfermnos diagnosticados de cáncer son operados al día siguiente de serle detectada la enfermedad? Si no es así, ¿qué tiene esta señora para que sea atendida de esta manera? ¿Es más ser humano que los demás? Se lo he preguntado a algunos alumnos y me han contestado que lo que ocurre es que tiene más poder. Supongo que esto no será así porque si lo fuese, la asociación entre salud y poder sería muy decepcionante.

Tampoco entiendo que una persona como ella sea operada en un hospital público. Ella, que se pasa la vida privatizando todo aquello que encuentra, a la hora de la verdad elige la sanidad pública. Me parece inconcebible. Y sin lista de espera. Yo sufrí una pequeña operación no hace mucho y me ofrecieron operarme a los diez días, pero en una clínica privada, la de la Cruz Roja. Como me negué, tuve que esperar cuatro meses más para que lo hicieran en un hospital público. ¿Se le ha aplicado esto a esta señora? ¿No sería mejor que se operara en alguna clínica privada para dar ejemplo a la ciudadanía que la vota?

Le deseo lo mejor a la señora Aguirre y a todos los enfermos de cualquier mal, pero me gustaría que alguien me explicara los métodos -supongo que democráticos- seguidos en este caso.

martes, 22 de febrero de 2011

Compañeros de viaje




Escribo esto en el tren, sentado al lado de un zote de esos de los que lo mejor es huir, aunque me encuentre imposibilitado para hacerlo hasta que llegue a la estación. Ha solicitado a la azafata La gaceta. Luego, nos han dado de cenar y se ha manchado el pantalón al quitarle la tapadera al recipiente en el que servían uno de los platos. A continuación ha derramado el vino tinto sobre la repisa del asiento. He salido del trance afortunadamente inmaculado. Más tarde, cuando la azafata le ha preguntado si quería café o una infusión, ha dicho que quería un poco de leche con sacarina. Cuando se la han servido, ha dicho que no, que él lo que quería era un café cortado, o sea, con un poco de leche. La azafata, el ayudante y yo hemos puesto una cara como de decir que el tío este es tonto. Se lo ha tomado sorbiendo, con lo que se ha atragantado y ahora tose una y otra vez como un animal.

Claro que no es mejor la señora que va en el asiento de delante, que quería una botellita de wiskhy, pero sin abrir. Cuando la azafata le ha dicho que tienen orden de no servirlas cerradas, la señora se ha enfrentado con ella diciéndole que si la quiere sin abrir, se la tiene que dar sin abrir.

Mientras, el zote pega unos berridos tremendos con la carraspera, intentando desembarazarse la garganta del líquido que se ha echado en ella al sorber.

Qué espléndidos compañeros de viaje me han tocado en suerte.