domingo, 2 de enero de 2011

Palabras y emoción



La palabra es lo que nos permite ser. Con la palabra podemos pensar y hablar y comunicarnos y hacer ciencia y decidir lo que vamos a hacer y explicar nuestro amor y protestar y ensalzar y vivir como seres humanos. La palabra nos hace inteligentes. Pero lo que me emociona de ti y lo que más me ayuda a descubrir tu verdadero ser es tu mirada, el brillo de tus ojos, el juego de tus párpados delante de mi. Y tus manos, el discurso de tus manos cuando tocan, cuando se pronuncian en el aire, cuando aprietan, cuando funcionan conectadas directamente con el corazón.

Thelonius Monk

Thelonius Monk toca al piano Round Midnight.


sábado, 1 de enero de 2011

Año nuevo



Te deseo que a lo largo de este año la vida te sonría y que, a la vez, hagas lo posible para que nos sonría también a los demás. Ojalá no nos olvidemos -si se olviden- de que, a pesar de que seamos todos tan diferentes, todos somos iguales, todos somos seres humanos y todos tenemos los mismos derechos.

Te dejo aquí una entrevista muy interesante que le hacían ayer a José Luis Sampedro, 93 años, pero una de las mentes más jóvenes y lúcidas del momento, en el diario El País.

Que disfrutes de la vida.

Una mañana en la Edad Media


He estado en una ciudad castellana y profunda de la España, al parecer, eterna e igualmente profunda. Me he levantado relativamente temprano, para lo tarde que me acosté, y me he ido a dar un paseo, a ver y a recordar escenas interesantes, gozosas, que me permitieran respirar a gusto.

Me he tomado un café en un hotel de otros tiempos venido a más y me he sentado junto a una mesa ocupada por dos señoras, una, vestida de tirolesa, con falda larga, chaqueta y sombrero verdes, éste con pluma inlcuida, enjoyada hasta las esencias y con unas gafas super in, y la otra, con chaquetón de astracán, un baston de dignidad y una perfecta dicción castellana con la que queda estéticamente preciosa su expresión de que esta mañana se ha perdido la bendición urbi et orbi en la catedral. La otra dice que hace frío, que ella está escalofriada. No tengo aquí el diccionario ni ganas de consultarlo, pero es una palabra preciosa para aplicarla a otras situaciones menos biológicas o climatológicas y más sociales y políticas. Han entrado otras dos señoras que han visto a la disfrazada de tirolesa y a su acompañante y, a modo de saludo, le han lanzado:

¡Ay, hija! Está esto tan callado que parece una biblioteca pública. Estuve el otro día en Valladolid o, como dicen en Salamanca, en Fachadolid, y fui a misa y vi allí a Malula, a Fina y a Maruchi ...

Y han empezado enseguida a hablar las cuatro a la vez de enfermedades y de muertos y de este tipo de profundidades cotidianas.

Huyo. Me voy a la catedral, a ver si puedo ver el magnífico retablo de Becerra. Hace un frío que escaraja, como dicen aquí, y hay poca gente por la calle. En la catedral están en misa, leyendo el evangelio. Es el principio del de san Juan, el que dice que en el principio era la palabra, y que la palabra estaba junto a Dios y que la palabra era Dios. Un texto magnífico y de difícil interpretación. Voy rodeando el añadido que la contrareforma puso en medio de la nave central y descubro que en el altar mayor están el obispo y toda la corte catedralicia. Me quedo a ver cómo el alto jerarca explica al pueblo lo de que al principio era la palabra. Me desilusiono. O no sabe nada del asunto o no tiene interés en explicarlo. Deriva hacia lugares manidos, como que hay que acabar con el materialismo hedonista que nos domina. Una cosa que me fastidia de los curas es que no paran de hablar de materialismo, pero sin saber en qué consiste. Como si aspirar a la otra vida no fuera una suerte de materialismo similar al que profesa el que aspira a tener un coche o un chalé. Me salgo a la calle un poco cansado de tanta profundidad antigua y vieja.

Junto a la catedral hay otra iglesia en donde va a empezar la misa de un momento a otro. Se acercan señoras y señores mayores, vestidos de domingo aunque no lo sea. Me fijo sobre todo en las señoras. Abrigos largos de pieles, labios pintados, peinados arreglados, zapatos de tacón, algunos tocados en la cabeza y una cierta expresión de fiesta en el rostro. Una de ellas, embutida en un abrigo de pieles hasta los calcañares, con unas gafas de diseño y una expresión de creerse la reina de su mambo, ha llegado a la puerta. Ha sacado del bolsillo del abrigo una moneda y se la ha dado a un mendigo mal vestido y con la piel enrojecida por el frío. Como la señora abrigada no se ha acercado lo suficiente, el pobre ha tenido que desplazarse a recoger la limosna y entonces la señora. con un cierto rictus de alegría y como quien celebra un acontecimiento, le ha dicho al pobre en voz alta y clara:

Que tenga usted felices pascuas.

Yo, que voy por la vida observando lo que ocurre e intentando analizarlo para conocer y para aprender lo que pueda encontrar de útil, me he quedado pensando en qué es lo que habrá querido decir la señora, si es que, además de seguir un rito repetitivo, ha querido decir algo.

Eva Cortés

Eva Cortés. Cantante de jazz hondureña para oirla con calma y disfrutando. La volveremos a escuchar por aquí.


viernes, 31 de diciembre de 2010

Sin remedio


Es que todo el mundo habla como si tuviera toda la razón del mundo. Nadie opina, todos parece que pontifican. Ganan lo que no tienen buena voluntad y pagamos todos. Llevan años así. No creo que el nuevo año cambie nada. Esto parece más bien una condena en un mundo de sabios ignorantes sin remedio.

Gracias



Gracias por formar parte de mi vida. Gracias por escucharme. Gracias por tus palabras. Gracias por soportarme. Gracias por tener la generosidad de quererme. Gracias por decírmelo. Gracias porque, a pesar de que no me quieres, tu odio no me hace sentir mal. Gracias por leerme. Gracias por dejarme entrar en tu vida. Gracias por tus sonrisas. Gracias por hacerme sonreír. Gracias por los buenos ratos que hemos pasado juntos y por los que pasaremos. Gracias por no dejar que me sienta solo. Gracias por no tener demasiado en cuenta mis carencias. Gracias por tus regalos. Gracias por alegrarte conmigo. Gracias por dejarme pasear a tu lado. Gracias por haberte alejado de mi vida. Gracias por tu amistad. Gracias por tu nobleza. Gracias por tu cariño. Gracias por tu confianza. Gracias por tus abrazos. Gracias por tener siempre a mano un pañuelo para las lágrimas y calor para el corazón. Gracias por responder. Gracias por tu disponibilidad. Gracias por tu cercanía. Gracias por tu paciencia. Gracias por tu impulso. Gracias por tu silencio. Gracias por dejarme ser. Gracias por ayudarme a ser. Gracias a ti y a ti y a ti y a todos por existir en mi mundo. Os considero un regalo de la vida, un don, una gracia. Por eso os deseo que la vida tenga también un detalle con cada uno de vosotros y os regale muchas ganas de vivir y el arte para hacerlo bien.

Daniel Jonhston

Una bonita canción para el fin. True love will find you in the end.



jueves, 30 de diciembre de 2010

Una cosa vulgar



Jack dice que es extremadamente limpio, pulcro y puro. No se mezcla con la gente ni participa en actos sociales por no contaminarse ni con la porquería que lleva encima la chusma, ni con la suciedad que genera la plebe, ni con las costumbres tan insalubres que practica el populacho. Si Jack se mirara el alma, a lo mejor tenía menos impedimentos para relacionarse con los otros  y se daría cuenta de que gracias a que dice mantener su esencia impoluta y a que se sitúa tan lejos de la realidad, no lo quiere nadie.

Además, es mentira que sea tan limpio, pulcro y puro. Jack es un golfo impresentable, que tiene la mente asquerosamente sucia, pero juega a ir enmascarado. Una cosa vulgar.

Diana Krall

Diana Krall, la esposa de Elvis Costello, nos ofrece The Look of Love.