Ago
significa en latín conducir, llevar. Existe agir
en castellano, pero es muy raro, demasiado culto. Es la raíz de
acción,
acto,
actor.
La encontramos en dem-ag-ogia,
guiar al pueblo, al demos.
La raíz ag-
aparece en muchas lenguas indoeuropeas. En sánscrito conducir es
ájati,
en armenio acem,
en galés agit,
en osco (esa lengua de los valles vecinos al Lacio, que se acabó
engullendo el latín) acum,
por decir algunos ejemplos. En inglés encontramos actor,
action,
pero parece ser que son latinismos.
En
griego el verbo es ago,
exactamente como el ago
latino. Y del ago
griego tenemos en castellano pedagogía
y pedagogo,
el esclavo que llevaba al niño, pais-paidós,
al colegio; sinagoga,
agonía
(significa lucha y ese significado quiere dar Unamuno, catedrático
de Griego, a "La agonía del cristianismo"), protagonista,
antagonista,
estratagema,
estrategia,
estratega
(de stratós,
ejército; ag-
se transforma por apofonía en eg-).
El strategós
era el general que conduce el ejército en la época clásica,
Pericles fue elegido strategós
quince veces seguidas. Con sufijo ag-ti
el griego crea axios,
de donde vienen axioma
y otros cultismos.
Del
ago
latino nacen acción,
acto,
acta,
auto,
actor,
pero no autor, que viene de augeo,
activo,
actividad,
agente,
agencia,
ágil
(fácil de guiar), agitar.
Agenda
es en origen un neutro plural, las cosas que deben ser hechas, pero
al final la a
de neutro plural se reinterpretará como femenino singular, la
agenda.
De
ago
vienen palabras muy variadas y sorprendentes. Litigar,
actuar con lid, la de lidiar, con pelea; castigar,
hacer que algo sea casto; purgar,
hacer que algo sea puro, y expurgar;
fumigar
(con humo), fustigar
(con la fusta),
prodigar,
navegar,
coagular
y su doblete cuajar,
exigir,
sobar,
cuidar
(que viene de cogitare,
pensar, sí, sí, el verbo de cogito ergo...; Jorge Manrique en las
Coplas o Fray Luis usan aún curar
con el significado de pensar: "No cura si la fama...",
después ha pasado a significar preocuparse, asistir a alguien) y
cuita (dudoso,
de este origen o de otro), examen,
de ex-ag-s-men,
exiguo,
exacto,
coacción,
ambiguo,
ambages,
ensayo,
de ex-agium,
transigir
y transacción,
y a partir de transacción (ojo, que no existe transación,
aunque lo diga todo el mundo), en América se ha generalizado
transar,
comerciar. En latín existió agmen,
escuadrilla militar, y, a partir de ahí se genera enjambre,
de ex-ag-s-men,
curiosamente los mismos elementos que en otros contextos producen
examen.
A mí me convencen los que defienden esta teoría; otros defienden
que enjambre simplemente proviene de examen.
En
resumen, una enorme familia de palabras, muy sorprendentes, y una
especie de comodín, el verbo ago,
para un concepto vago, muy amplio; pocas palabras tienen un espectro
semántico tan extenso como ago.
Este verbo se une a fero
y a gero
en los conceptos fronterizos de llevar a cabo, hacer, gestionar,
guiar, conducir, traer... Sobre esto han escrito muchos autores,
incluido Nebrija. Se dice que ago
es para los actos y las actas, y gero
para los gestos y las gestas, se dice que ago
es conducir como conduce, yendo detrás, el pastor a su rebaño, que
es el verbo para dar las gracias, gratias
agere, y para las
iniciativas judiciales, mientras gero
sirve para la guerra, bellum
gerere, y ferre
para prestar auxilio, opem
ferre.
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