lunes, 27 de octubre de 2008

Paseando por la vida / 12



Hay quienes se empeñan en sobrevalorar cualquier cosa en detrimento de las palabras. Antes le tocó a la imagen. Los que no sabían o no querían leer, se empeñaban en quedarse con la imagen como más significativa y valiosa que las palabras. Ahora le toca a la sonrisa. Van a conseguir crear una legión de analfabetos, muy sonrientes y muy icónicos, pero analfabetos. Si lo pensaran bien, se darían cuenta de que no hay nada más valioso que una palabra, aunque sea una sola palabra. Ni las imágenes ni las sonrisa -y mira que valoro yo una sonrisa- nos hicieron seres humanos. La palabra, sí.



.

4 comentarios:

  1. Es cierto, no hay nada como la palabra; será por algo que no me puedo quedar callada...

    ResponderEliminar
  2. No puedo estar más de acuerdo contigo. Me saca de mis casillas que todo el mundo infravalore hasta tal punto la palabra. Será porque en nuestra sociedad de hoy en día nos tomamos el saber leer y escribir como algo básico, algo innato, pero no lo es, es una técnica, algo que debemos aprender y enseñar y, sobre todo, algo que nos da la posibilidad de comunicarnos. Por ese mismo motivo me desespera la gente que cuando habla mal se lo dices y contesta:Yo lo digo así y punto. Es que no es así, no hay puntos. Y de esta manera ahora podría llenar tu blog de palabras, porque se me ocurren tantas que puedan aludir a ellas mismas...pero prefiero mostrarte con mis últimas palabras un beso y un abrazo muy fuertes.

    ResponderEliminar
  3. Yo también prefiero la palabra para que engañarnos... Y estoy totalmente de acuerdo con el comentario de arriba, creo que cada vez hablamos peor (yo la primera) y deberíamos procurar enriquecer más nuestro vocabulario.

    También he de decir que me encanta cuando con alguien con quien tengas gran complicidad una mirada lo diga todo en determinados momentos.

    Ángela

    ResponderEliminar
  4. ¡Qué bonito, Almu, eso de 'No hay puntos'! No hay finales. Nunca hay un final en donde acabe nada, porque siempre queda algo por aprender. No sé si esa actitud es la de la madurez en la juventud o la de la juventud en la madurez. (Tampoco sé si me he levantado hoy algo espeso) En todo caso, me parece una actitud muy humana: no hay punto. A lo sumo, puntos suspensivos, a ver qué pasa.
    Un beso. Qué bien que aparezcas de vez en cuando.

    ResponderEliminar

Puedes expresar aquí tu opinión.