Tal día como hoy de 2011 murió Rosalyn Yallow.
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El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
jueves, 30 de mayo de 2013
miércoles, 29 de mayo de 2013
martes, 28 de mayo de 2013
Buenas noches. La belleza de la mirada
Los ojos sirven para ver. Del exterior
nos llegan unos estímulos que los ojos convierten en sensaciones
visuales para que el cerebro luego las entienda y nos informe de lo
que estamos viendo.
Pero los ojos sirven también para
mirar. La mirada es un mensaje que sale de la mente y que se dirige a
través de los ojos hacia el exterior. A veces la mirada es una
opinión; a veces, una pregunta; a veces, un juicio; a veces, una
puñalada en el alma.
Hay miradas realmente desagradables de
contemplar o de sufrir: la mirada de un bobo que parece que no ha
visto nunca un ser humano; la mirada del sucio machista que confunde
a la mujer con una cosa que cree que está a su disposición y que le
dice con la mirada lo que a ningún ser humano le gustaría oír; la
mirada enferma del que huye de sí mismo y se dedica a cotillear o a
hacer preguntas impertinentes, como si tuviera que hacer un informe
exhaustivo sobre ti; la mirada de desprecio de quien tiene el ego
fastidiado y que necesita sentirse superior a cualquiera que aparezca
delante de él; la mirada fija, juzgadora, enfadada, del loco que
necesita mandar sobre ti para que tenga algo de sentido su vida; la
mirada del que está enfadado con el mundo; la mirada de quien te
odia o te desprecia; la mirada absurda de quien reconoce su sumisión;
la mirada de la crueldad; la mirada del policía que te grita sin
sentido; la mirada del bruto que te amenaza; la mirada de quien
quiere utilizarte.
Pero hay también miradas que encierran
una calidad tal que nada como ellas son capaces de expresar lo que
sentimos. Cuando, por ejemplo, de verdad sentimos ternura, nuestra
mirada adquiere una fuerza expresiva y una belleza que difícilmente
podemos lograr de otra manera. Creo que hay que saber ver la belleza
en la mirada que descubre en la otra persona su belleza, su
elegancia, su saber estar, su simpatía. Es una mirada de
reconocimiento hacia el otro, de admiración de sus valores físicos
o mentales, una mirada limpia, respetuosa, que no quiere nada, sino
que expresa la valía y la superioridad de lo que ve ante sí. Hay
que aprender de la mirada del niño que está sorprendido por algo, o
de la de la persona que ha entendido algo y mira el mundo con
alegría, o de quien está realmente agradecido, o de quien de verdad
no quiere que te vayas, o de quien está sinceramente arrepentido, de
quien tiene ganas de vivir, de quien te quiere, de quien está en una
situación de relax, de quien está poseído por la alegría o de
quien se siente feliz.
Sea cual sea la situación, la mirada
más bella creo que es aquella en la que se refleja claramente la
limpieza de la intención, el cariño en el gesto, la generosidad en
lo que propone y las ganas sinceras de intentar un mundo mejor. Una
mirada bella identifica mejor que nada a un ser humano.
Pero, en cierto modo, se puede mirar
también con los ojos cerrados. Te invito a que esta noche, en el
umbral del sueño, mires a quien quieres como te gustaría que te
miraran a ti, con la calidad que atesora una mirada que sale
directamente del corazón. Buenas noches.
Buenos días. Una vida repetible.
Hoy no sabes lo que va a pasar, pero va
a pasar algo. Vas a vivir. Intenta que la vida sea como tú quieras
que sea, no como quieran los demás. Pero intenta que sea una vida
generosa, alegre, amorosa, repetible. A ver si hay suerte. Buenos
días.
Buenas noches. La belleza del beso
El beso es una convención que nos
relaciona con las otras personas. La mera existencia del beso
demuestra la necesidad que tenemos de dar cariño y de recibirlo. ¿No
has sentido nunca la necesidad de dar un beso? ¿No te gusta que te
besen? El beso es la manera más sencilla y más noble de mostrar el
cariño entre dos personas. Digo 'noble' porque los besos deben ser
nobles, esto es, desinteresados, sin que se los use para obtener con
ellos algo a cambio.
La belleza del beso está en lo que
simboliza. No es sólo el contacto físico agradable de unos labios
con una parte del cuerpo de la otra persona. Lo grande del beso es
que a través de él expresamos nuestra actitud y nuestros
sentimientos y emociones. Un beso debe hablar y debe decir lo que las
palabras no aciertan a explicar con intensidad. Un beso bello
requiere una cierta calma, un contacto físico, una acción de los
labios que haga que la otra persona sienta que está siendo besada,
un cierto sonido que realce lo que se está haciendo, una sonrisa que
acompañe lo que se está dando y lo que se está recibiendo con el
beso.
Nunca entendí esos besos que se dan al
aire, que parece que amagan, pero que se quedan en un leve roce de
mejillas. He visto y he sentido besos protocolarios, forzados,
huecos, sin alma, mudos, de compromiso, incluso tirados al viento.
Siempre me han parecido muecas bobas, meras rutinas vacías, pero no
besos. Tampoco entiendo mucho dónde está la frontera más allá de
la cual un beso parece que se transforma en no sé que cosa casi
íntima que se considera 'amorosa'. Esto me parece de una antigüedad
bastante rancia. Un beso, si quiere ser humano, si quiere ser bello,
tiene que ser un acto de toda la persona. Besamos con los labios,
pero, a través de ellos, el beso debe poder transmitir todo el
afecto, el cariño y la consideración que nos merece la persona
besada. Si me presentan a alguien, no quiero que mi beso le dé una
impresión de indiferencia, sino de acogida cariñosa. Si quiero a
alguien, no quiero que piense que mi beso es un acto protocolario y
frío. Si te envío un beso por internet, quiero que pienses que,
aunque estemos lejos, aunque puede que no nos conozcamos, te quiero
transmitir mi cariño. Si te doy un beso, quiero que ese beso esté
lleno, que entiendas con el beso que te estoy queriendo.
Me gustaría un mundo de besos llenos
de vida, una vida llena de besos, porque esos serían un mundo y una
vida bellos, humanos, vivibles, en donde el cariño brillaría por
encima de tantas otras cosas sin valor. Por eso cada noche, a las
puertas del sueño, intento que creemos una nube de cariño, de
besos. Un símbolo de lo que podría ser un mundo bueno. Hoy te mando
un beso que espero que te hable bien de mí. Buenas noches.
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