El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
martes, 9 de junio de 2009
Uf
Hoy empiezo un cursillo que voy a darle a algunos profes del Instituto. Tengo que escribir cuanto antes un nuevo libro para 2º de Bachillerato. Debo terminar la declaración del IRPF. Hay que corregir los exámenes. Tengo que hacer la memoria de fin de curso. Tengo que limpiar la mesa porque no recuerdo de qué color es. Tengo que buscarle explicación a los resultados en Valencia y en Madrid y en Italia. Hay un montón de exposiciones que ver: Matisse, los esquizos, Sorolla, Photoespaña. Quisiera leer a Ibargüengoitia. Tengo sueño y no tengo posts. Quizás lo mejor sea irse a tomar una copa.
lunes, 8 de junio de 2009
La cosa Berlusconi
Sé que algunos y algunas lo habréis leído ya, pero también sé que hay quienes no son muy amigos de los periódicos. Para ellos pongo aquí este breve artículo del Premio Nobel José Saramago. Y también, porque el sentido de este blog es recoger en él este tipo de escritos, estos relatos críticos sobre la vida que sirvan para pensar.
No me gustaría, en todo caso, que se confundiera la excusa de las fotos recientemente publicadas con el núcleo de lo que significa este ser “peligrosamente parecido a un ser humano”. No es que celebre fiestas con chicas y con señores desnudos lo escandaloso, sino el uso de fondos públicos para ello, el estilo de este tipo y la chulería autoritaria de la que hace gala. Hoy es el prototipo de salvaje urbano y el modelo para muchos débiles de conciencia que no ven más allá de lo que les interesa para vivir hoy olvidándose de que existen como seres humanos.
El artículo de Saramago apareció en El País de ayer 7 de junio de 2009. Dice así:
No me gustaría, en todo caso, que se confundiera la excusa de las fotos recientemente publicadas con el núcleo de lo que significa este ser “peligrosamente parecido a un ser humano”. No es que celebre fiestas con chicas y con señores desnudos lo escandaloso, sino el uso de fondos públicos para ello, el estilo de este tipo y la chulería autoritaria de la que hace gala. Hoy es el prototipo de salvaje urbano y el modelo para muchos débiles de conciencia que no ven más allá de lo que les interesa para vivir hoy olvidándose de que existen como seres humanos.
El artículo de Saramago apareció en El País de ayer 7 de junio de 2009. Dice así:
La cosa Berlusconi
No veo qué otro nombre le podría dar. Una cosa peligrosamente parecida a un ser humano, una cosa que da fiestas, organiza orgías y manda en un país llamado Italia. Esta cosa, esta enfermedad, este virus amenaza con ser la causa de la muerte moral del país de Verdi si un vómito profundo no consigue arrancarlo de la conciencia de los italianos antes de que el veneno acabe corroyéndole las venas y destrozando el corazón de una de las más ricas culturas europeas. Los valores básicos de la convivencia humana son pisoteados todos los días por las patas viscosas de la cosa Berlusconi que, entre sus múltiples talentos, tiene una habilidad funambulesca para abusar de las palabras, pervirtiéndoles la intención y el sentido, como en el caso del Polo de la Libertad, que así se llama el partido con que asaltó el poder. Le llamé delincuente a esta cosa y no me arrepiento. Por razones de naturaleza semántica y social que otros podrán explicar mejor que yo, el término delincuente tiene en Italia una carga negativa mucho más fuerte que en cualquier otro idioma hablado en Europa. Para traducir de forma clara y contundente lo que pienso de la cosa Berlusconi utilizo el término en la acepción que la lengua de Dante le viene dando habitualmente, aunque sea más que dudoso que Dante lo haya usado alguna vez. Delincuencia, en mi portugués, significa, de acuerdo con los diccionarios y la práctica corriente de la comunicación, "acto de cometer delitos, desobedecer leyes o padrones morales". La definición asienta en la cosa Berlusconi sin una arruga, sin una tirantez, hasta el punto de parecerse más a una segunda piel que la ropa que se pone encima. Desde hace años la cosa Berlusconi viene cometiendo delitos de variable aunque siempre demostrada gravedad. Para colmo, no es que desobedezca leyes sino, peor todavía, las manda fabricar para salvaguarda de sus intereses públicos y privados, de político, empresario y acompañante de menores, y en cuanto a los patrones morales, ni merece la pena hablar, no hay quien no sepa en Italia y en el mundo que la cosa Berlusconi hace mucho tiempo que cayó en la más completa abyección. Este es el primer ministro italiano, esta es la cosa que el pueblo italiano dos veces ha elegido para que le sirva de modelo, este es el camino de la ruina al que, por arrastramiento, están siendo llevados los valores de libertad y dignidad que impregnaron la música de Verdi y la acción política de Garibaldi, esos que hicieron de la Italia del siglo XIX, durante la lucha por la unificación, una guía espiritual de Europa y de los europeos. Es esto lo que la cosa Berlusconi quiere lanzar al cubo de la basura de la Historia. ¿Lo acabarán permitiendo los italianos?
domingo, 7 de junio de 2009
Vota
sábado, 6 de junio de 2009
viernes, 5 de junio de 2009
La causa
jueves, 4 de junio de 2009
Renacimiento
Cuando tenía pocos años, me quedé fascinado por unos hilillos casi transparentes, brillantes, llamativos y con un fuerte poder de atracción que pusieron astutamente delante de mí. Formaban unas figuras cercanas a la perfección que parecían evocar la necesidad de la existencia de una mente superior que las hubiese diseñado y que me seducían, porque me transportaban a un mundo distinto del habitual, tan dominado siempre por la rutina cutre y por el miedo.
Cuando tuve más años y pude tomar más distancia, me di cuenta de que esos hilillos no eran más que telarañas. Perdí la fascinación, pero volví a nacer después de una muerte seguramente necesaria.
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Cuando tuve más años y pude tomar más distancia, me di cuenta de que esos hilillos no eran más que telarañas. Perdí la fascinación, pero volví a nacer después de una muerte seguramente necesaria.
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miércoles, 3 de junio de 2009
Autoconfusión
martes, 2 de junio de 2009
El swing
Siempre me ha caído mejor el Madrid. El equipo de fútbol, me refiero. No sé por qué. O, quizás, un poco sí que lo sepa. Puede que haya algunos que, en estos asuntos, tiendan a identificarse con equipos que salen siempre a jugar como ganadores, para así compensar las carencias y las frustraciones que la vida les presenta. Puede que haya otros que tiendan más a considerarse como víctimas y que, dentro de la debilidad vital que supone el ser de un equipo de fútbol, no alberguen nunca esperanzas serias de salir de su situación de perdedores, que les baste con la compasión que generan las desgracias y que proyecten esa fatalidad en equipos segundones. Y, puede, por fin, que haya quienes les baste con identificarse con el pequeño equipo de su pequeña tierra, con el que desea alcanzar la pequeña gesta de ganar el partido del próximo domingo, aunque sea jugando en casa. En todo caso, yo creo que he estado siempre entre los del primer grupo.
Siempre tendí a identificarme con el Madrid, digo, pero ahora estoy redescubriendo el fútbol. Lo que antes era una mera forma de ganarle al adversario y así poder digerir mejor la ensalada de pimientos, ahora es más bien la ocasión de disfrutar con lo que tan certeramente califica el siempre certero Manuel Vicent como “el swing de la geometría”.
Es ésta una expresión redonda, sintética, concebida, sin duda, tras un tiempo de pensamiento fértil, culminado en un golpe agudo de intuición y cristalizado en una expresión simbólica y cabal de la realidad, que une toda la racionalidad de la geometría con el arte, el compás y el sentimiento vital del swing. Cualquiera que haya intentado bailar bien alguna vez entenderá, sin duda, lo que se quiere decir: cumplir con las normas del baile, pero hacerlo con gracia.
Habla Vicent en la entrega dominical de su visión del estado de la vida de que
Guardiola fue un futbolista sintético, que ahorraba tres jugadas con un solo pase (…) Este lance sólo lo consiguen los futbolistas que tienen el swing de la geometría en los pies.
Yo hubiese dicho que el swing lo tienen en la cabeza, para aclarar en seguida que un gran futbolista, como un gran hombre, se caracterizan sobre todo por tener cerca entre sí todos los órganos de su cuerpo. La cabeza cerca de los pies, en este caso, para decidir y responder con celeridad al reto urgente que supone el juego. En otros casos, tienen las manos cerca de la mente, o el corazón pegado al cerebro, para evitar que alguno de ellos decida por su cuenta sin contar con el otro.
Esa síntesis de elementos contrarios es la que ha logrado elaborar este año, y, además, destilando belleza y provocando alegría, el Barça. No veo yo a Florentino Pérez ejerciendo de maestro de la síntesis. Zubiri hablaba de la inteligencia sentiente y Daniel Goleman, de la inteligencia emocional, pero yo a este hombre lo veo más bien sólo como un usuario intenso de la inteligencia, como un experto de la estrategia y como un obseso del talonario. Y así, sólo conseguirá ganar partidos y dinero, pero no enamorar. Yo creo que le falta el swing.
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lunes, 1 de junio de 2009
El aire caliente
Esta semana he ido un día a Madrid. Tuve que tomar 4 autobuses, dos interurbanos, gestionados, como se sabe, por doña Esperanza Aguirre Gil de Biedma, condesa consorte de Murillo, y otros dos de la EMT, dependientes del Ayuntamiento de la capital presidido por don Alberto Ruiz Gallardón.
En el exterior había unos 30º de temperatura, pero en 3 de los 4 autobuses no había aire acondicionado. Estoy seguro de que esta será la misma proporción en la que tampoco funcionará el aire acondicionado de los coches oficiales de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid, porque, si no es así, sería una tremenda vergüenza para estos gobernantes.
De todas formas, tengo el fuerte presentimiento de que si siguen votando a estos dos, no siempre bien ponderados, gestores, pronto quitarán también el aire acondicionado del autobús que sí lo tenía. Al tiempo.
En el exterior había unos 30º de temperatura, pero en 3 de los 4 autobuses no había aire acondicionado. Estoy seguro de que esta será la misma proporción en la que tampoco funcionará el aire acondicionado de los coches oficiales de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid, porque, si no es así, sería una tremenda vergüenza para estos gobernantes.
De todas formas, tengo el fuerte presentimiento de que si siguen votando a estos dos, no siempre bien ponderados, gestores, pronto quitarán también el aire acondicionado del autobús que sí lo tenía. Al tiempo.
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