El sentido de la vida se encuentra en
el vivir, no únicamente en el convivir.
Vivir es salir de uno mismo y
establecer relaciones con las personas y con todo lo que nos
encontramos en el mundo. Es en medio de estas relaciones, y poniendo
en práctica los valores más importantes en los que creamos, en
donde podremos encontrar el sentido que haga deseable la vida.
En medio de este vivir, podemos
encontrar alguna persona con la que deseemos tener una relación más
profunda y con la que queramos convivir. En todo caso, esta relación
de convivencia no debería ser fruto de costumbres establecidas, sino
de acuerdos a los que lleguen libremente quienes vayan a convivir.
Creo también que este convivir no debe ser el único ámbito en el
que podamos vivir. La vida, si quiere ser rica y humana, no puede
quedar encerrada en los límites del espacio vital de la convivencia.
La vida no tiene límites, como no los tienen ni los valores ni la
humanidad que debemos alcanzar. Buenas noches.