miércoles, 25 de enero de 2012

Proceso



El miedo y la baja autoestima no nos dejan ser libres, no nos dejan ser seres humanos, no nos dejan vivir. El síntoma de ambos es una cierta tristeza vital que nos sume en el desasosiego y que nos convierte en algo ajeno a la sociedad o en creyentes de alguna religión.

martes, 24 de enero de 2012

El arzobispo de Tarragona



Leo con una mezcla de indignación y de deseo de solidaridad con las mujeres las declaraciones del hombre Jaume Pujol Balcells, que ejerce la función de arzobispo de Tarragona y que pertenece, al parecer, al Opus Dei. Me parecen sus palabras un ejemplo más de una ignorancia antropológica y sociológica, de un tradicionalismo que no somete a autocrítica sus principios heredados y de una defensa interesada de su estatus y de su función social masculina.

Para evitar hablar y pensar como este hombre es muy importante no perder de vista la diferencia entre sexo y género. Cuando la mujer que ocupa en la actualidad el Ministerio de Sanidad e Igualdad evita emplear la expresión 'violencia de género' no sabe, ni como mujer ni como ser humano, lo que está diciendo. Repitámoslo una vez más. El sexo es algo que pertenece al terreno de la biología y estableces diferencias físicas entre los seres humanos, en virtud de las cuales, podemos hablar de hombres y de mujeres. Lo que la cultura y el pensamiento humanista nos han hecho ver es que no podemos hacer derivar desigualdades sociales de las diferencias biológicas, no podemos relacionar las diferencias físicas corporales con un disfrute diferente de los derechos humanos que, como tales, son iguales para todas las personas. Este hombre dice que él no puede traer hijos al mundo y, en cambio, las mujeres, sí. Pero ¿y qué?, si eso nadie lo discute. El problema está en que este señor extrapola estas diferencias meramente biológicas hasta terrenos distintos, en los que establece diferencias para las que no hay ninguna justificación racional admisible, como cuando saca la conclusión de que como él no puede parir (por cuestiones biológicas), tampoco las mujeres pueden oficiar la misa, cosa que no tiene nada que ver con la biología, sino con tradiciones que a este hombre, como machista que ejerce, le interesa mantener. Mezcla así sexo y género porque o no sabe o no le interesa saber sus diferencias.

Es muy importante conocer y no olvidar las diferencias entre los conceptos de sexo y género, porque ellas nos ayudan a entender la maniobra que los machistas han ideado para ocupar los mejores puestos en la sociedad a costa de las mujeres. Así como el sexo está relacionado con la biología, el género se refiere a las funciones que las personas desarrollan en la sociedad. El machismo, porque le interesa, ha dividido las funciones que las personas desarrollan en la sociedad en dos grupos. Unas son las más importantes, las que implican dirigir y mandar e, incluso, el uso de la fuerza, las que se desarrollan de cara al exterior e implican algún tipo de importancia social. Según ellos, son asuntos masculinos y los deben poner en práctica los hombres, los que poseen el sexo del varón. Las otras funciones, las que carecen de importancia, son secundarias, implican valores, como la belleza y la dulzura, o contravalores, como la obediencia y la sumisión, son llamadas femeninas y propias de las personas que tienen el sexo de mujer.

Se establece así una división social en géneros -masculino y femenino- que el machista quiere hacer derivar de la diferencia de sexos – hombre y mujer. Pero esta división social en géneros, primero, no está justificada con ninguna razón de peso. Y, segundo, no responde más que al prejuicio del machista, que se cree superior a las mujeres y por eso se atribuye él las mejores funciones, y a su propio interés por reservarse dichas funciones porque le favorecen. Como el cura se cree superior a las mujeres, se atribuye el papel de usuario del altar, dejándole a ellas las tareas de limpiarlo, prepararlo y mantenerlo para que cuando llegue él esté en perfectas condiciones para desarrollar su función. Cuando la mujer quiere liberarse y gozar de los mismos derechos que los hombres, el machista puede reaccionar en contra de las mujeres y en defensa de su supuesta superioridad. Aparece entonces la violencia de género, violencia que siempre se ejerce en virtud de esa supuesta superioridad y no por otros motivos, razón por la cual nunca puede hablarse de violencia de género cuando es una mujer la que la ejerce. La mentalidad de este cura, que no ayuda a fomentar la igualdad, sino que favorece las diferencias, se sitúa así en la línea que puede conducir a este tipo de violencia, aunque él no lo sepa.

Otra característica de estos machistas poco evolucionados es su tendencia al simplismo y su aversión a admitir a los diferentes. Cualquier diferencia implica para ellos inferioridad, razón por la cual les lleva a hacer afirmaciones tan bastas como que los homosexuales no tienen un comportamiento adecuado ni para ellos ni para la sociedad. Su mente, al parecer, no está para ver que hay muchas maneras de vivir en el mundo y sólo son capaces de admitir lo que la rancia tradición les ha hecho llegar. Así, homosexuales, bisexuales, transexuales y sus correspondientes maneras de crear familias les parecen aberraciones que no pueden entrar en los estrechos cauces de su simpleza mental.

Este cura no es más que un vulgar ejemplo de machismo, interesadamente ignorante de lo que dice y de lo que hace, y un pésimo ejemplo para esas mentes débiles, que buscan en la religión una orientación para sus vidas y unos criterios para educar a sus hijos, y que son incapaces de encontrarlos por sí mismos usando el medio más potente que tienen a su alcance: la razón.

lunes, 23 de enero de 2012

¿El último día?



No te instales.

No consideres nada como ya hecho. Nada está ya terminado.

No hay nada a lo que se pueda llamar verdad.

Lo absoluto no es más que una construcción mental.

Lo estático no es tampoco otra cosa que una construcción mental.

No consideres tan evidente todo lo que te parezca que lo es.

Confía en quien quieras, pero sabiendo que siempre es posible que tengas que terminar desconfiando.

No te pares ni frenes la evolución de las personas o de las cosas.

Vuélcate amando, aunque te estrelles. Construye el amor.

Vive de acuerdo con lo que te vale hoy.

Escucha. Sobre todo al que no grita y al que habla sin palabras.

Aprende a mirar para poder ver.

Comunica tus sentimientos.

Admira la belleza sabiendo que es efímera.

Vive cada momento como si fuera eterno.

Sé elegante, especialmente en las situaciones adversas.

No olvides que el adversario es un ser humano.

Trata de ser lo que eres.

Eres un minúsculo punto en el Universo, pero eres únic@.

Sonreír es el instrumento más poderoso para vivir.

Da antes lo que luego quieras recibir.

Sé una persona, no un juez.

Construye aquello que no existe, como la vida, el amor...

Sé consciente de que no sabes si hoy será el último día.

sábado, 21 de enero de 2012

Ha muerto Etta James 3


Ha muerto Etta James 2


Lo importante es querer vivir




Amo la vida. Me lo decía esta mañana mi amiga P.: Amo la vida y por eso sufro. El sufrimiento procede de la dificultad. Y de la dificultad, de todo lo que significa esfuerzo, huimos en cuanto podemos.

No entiendo la vida sin libertad. Pero ejercer la libertad, ponerla en práctica, elegir, ser capaz de hacer lo que creo que debo hacer y no lo fácil o lo que me apetece es, a veces, muy difícil.
No entiendo la vida sin la igualdad, el gran valor de la madurez humana. Pero hay días en los que me cuesta admitir costumbres, diferencias, orientaciones, cualidades. Que las diferencias son una fuente de riqueza es una idea feliz, pero no siempre soy capaz de hacerla real.

No entiendo la vida sin la desnudez. Me refiero, sobre todo, a la de la mente. Me acostumbraron a cubrirme de prejuicios, de estrategias defensivas, de ocultamientos, de desconfianzas, de pudores y mi yo fue quedando en el fondo de una carga pesada de mentiras. Y desnudarse de verdad ante el otro, ante los otros, hay días que cuesta mucho. Una vez desnudo, como siempre, te das cuenta de que estás mejor así, que respiras mejor y que te sientes más tú, pero lo duro es el camino, el viaje, el proceso.

No entiendo la vida sin amor. Pero si hay algo difícil de hacer real, eso es el amor. El amor lleva dentro de sí la paradoja, el creerse que dar es más feliz que recibir, el ser consecuente con que el otro es más importante que tú. El amor es la gran manera de vivir la vida y quizás la dificultad de la vida proceda de la dificultad de amar.

Quizás en el fondo lo que me ocurra es que no entienda la vida. Pero sé que la vida no se puede entender, que sobrepasa los límites del entendimiento. La vida hay que vivirla. Y hay que vivirla tal como es, con sus alegrías y con sus dificultades. No se trata de entender por qué flotas, sino de nadar. Sólo hay que querer vivir.


Ha muerto Etta James

Era una de las grandes del blues, del jazz y del soul. Lo que significó en el mundo de la música lo puedes leer aquí, en la necrológica que le dedica hoy Diego Manrique en El País.

Una de sus canciones más conocidas es At last. Te lo pongo aquí cantada por ella y también, en otra versión, por Beyoncé. Te aviso que es para bailarla.





Todo vale, menos tú



La gente del PP es así. Usan la libertad para hacer y decir, en nombre de ella, lo que les da la gana, con independencia de si se adecua o no a la realidad y sin tener en cuenta si lo que afirman entra en contradicción con lo que han afirmado o con lo que piensan hacer. Ellos son los dueños y juegan a lo que quieren.

Hasta hace poco, su táctica era decir una cosa y hacer lo contrario de lo que decían. Como al paisanaje le da igual una cosa que la otra, para ellos esto no representaba ningún problema. Ante los ojos de aquellos para los que la ética y la racionalidad representan algo importante, quedaban fatal, pero estos ciudadanos son raros, extraños, y, además, no son demasiados, así que qué más da.

Ahora han cambiado su proceder. Para que no les puedan decir que dicen una cosa y hacen otra, han optado por decir las dos: que vamos a lograr reducir el déficit y que no vamos a lograrlo, que es mejor un tipo único de contrato y que no lo es. Confían así en acertar siempre, aunque a los ojos de esos ciudadanos raros, cada vez estén quedando peor.
Es lo que tiene el neoliberalismo, que cualquier cosa puede valer, si interesa que valga. Menos tú, que te consideran un sujeto pasivo, que debe aguantar sus juegos y que no les importas nada.