El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
sábado, 21 de enero de 2012
Lo importante es querer vivir
Amo la vida. Me lo decía esta mañana mi amiga P.: Amo la vida y por eso sufro. El sufrimiento procede de la dificultad. Y de la dificultad, de todo lo que significa esfuerzo, huimos en cuanto podemos.
No entiendo la vida sin libertad. Pero ejercer la libertad, ponerla en práctica, elegir, ser capaz de hacer lo que creo que debo hacer y no lo fácil o lo que me apetece es, a veces, muy difícil.
No entiendo la vida sin la igualdad, el gran valor de la madurez humana. Pero hay días en los que me cuesta admitir costumbres, diferencias, orientaciones, cualidades. Que las diferencias son una fuente de riqueza es una idea feliz, pero no siempre soy capaz de hacerla real.
No entiendo la vida sin la desnudez. Me refiero, sobre todo, a la de la mente. Me acostumbraron a cubrirme de prejuicios, de estrategias defensivas, de ocultamientos, de desconfianzas, de pudores y mi yo fue quedando en el fondo de una carga pesada de mentiras. Y desnudarse de verdad ante el otro, ante los otros, hay días que cuesta mucho. Una vez desnudo, como siempre, te das cuenta de que estás mejor así, que respiras mejor y que te sientes más tú, pero lo duro es el camino, el viaje, el proceso.
No entiendo la vida sin amor. Pero si hay algo difícil de hacer real, eso es el amor. El amor lleva dentro de sí la paradoja, el creerse que dar es más feliz que recibir, el ser consecuente con que el otro es más importante que tú. El amor es la gran manera de vivir la vida y quizás la dificultad de la vida proceda de la dificultad de amar.
Quizás en el fondo lo que me ocurra es que no entienda la vida. Pero sé que la vida no se puede entender, que sobrepasa los límites del entendimiento. La vida hay que vivirla. Y hay que vivirla tal como es, con sus alegrías y con sus dificultades. No se trata de entender por qué flotas, sino de nadar. Sólo hay que querer vivir.
Ha muerto Etta James
Era una de las grandes del blues, del jazz y del soul. Lo que significó en el mundo de la música lo puedes leer aquí, en la necrológica que le dedica hoy Diego Manrique en El País.
Una de sus canciones más conocidas es At last. Te lo pongo aquí cantada por ella y también, en otra versión, por Beyoncé. Te aviso que es para bailarla.
Una de sus canciones más conocidas es At last. Te lo pongo aquí cantada por ella y también, en otra versión, por Beyoncé. Te aviso que es para bailarla.
Todo vale, menos tú
La gente del PP es así. Usan la libertad para hacer y decir, en nombre de ella, lo que les da la gana, con independencia de si se adecua o no a la realidad y sin tener en cuenta si lo que afirman entra en contradicción con lo que han afirmado o con lo que piensan hacer. Ellos son los dueños y juegan a lo que quieren.
Hasta hace poco, su táctica era decir una cosa y hacer lo contrario de lo que decían. Como al paisanaje le da igual una cosa que la otra, para ellos esto no representaba ningún problema. Ante los ojos de aquellos para los que la ética y la racionalidad representan algo importante, quedaban fatal, pero estos ciudadanos son raros, extraños, y, además, no son demasiados, así que qué más da.
Ahora han cambiado su proceder. Para que no les puedan decir que dicen una cosa y hacen otra, han optado por decir las dos: que vamos a lograr reducir el déficit y que no vamos a lograrlo, que es mejor un tipo único de contrato y que no lo es. Confían así en acertar siempre, aunque a los ojos de esos ciudadanos raros, cada vez estén quedando peor.
Es lo que tiene el neoliberalismo, que cualquier cosa puede valer, si interesa que valga. Menos tú, que te consideran un sujeto pasivo, que debe aguantar sus juegos y que no les importas nada.
viernes, 20 de enero de 2012
No cierres la puerta
Cualquier día es bueno para descubrir algo valioso, para comprobar que la humanidad sigue viviendo por detrás de lo que se ve. Para esperar con una cierta seguridad que aparezca una persona cariñosa, que quiere estar cerca de ti, que te obsequia con valores intangibles, como una sonrisa o un 'te quiero'. Los días son ventanas siempre abiertas para que entre por ellas la vida, son cofres por llenar de joyas, libros en los que escribir poemas, minutos en los que vivir inmensidades. No le cierres las puertas a la vida.
jueves, 19 de enero de 2012
La selva y la ciudad
El neoliberal está más cercano a la naturaleza que el socialista. Aquél cree en la libertad, que le permite luchar frente a los otros. Cree en la eficacia del poder, de la fuerza. Y cree en la salvación individual, en la resolución por cada uno de sus propios problemas. Su mundo es una especie de selva decorada con leds y con corbatas de Hermés, en donde viven él y los suyos.
El socialista, en cambio, ha dado el difícil paso de la cultura. Ha logrado sustituir la lucha contra el otro por la colaboración con todos. Cree en la salvación colectiva, le gusta la libertad, pero, sobre todo, cree en el valor y en la eficacia de la igualdad, de la justicia social y de la solidaridad. Su mundo es la ciudad, en la que caben todos los seres humanos. Ha descubierto al otro, que también es, como él e igual que él, un ser humano.
miércoles, 18 de enero de 2012
Asco y pena
Escultura de Marino Marini
El neoliberal
Un neoliberal, por definición, va a lo suyo. Su mente, tan peculiar, le hace creer que la felicidad general es la suma de las felicidades individuales, cosa que cada cual tendrá que gestionarse como pueda. Tú le interesas a un neoliberal en la medida en que le puedes aportar beneficios. Si no, pasa de ti y te deja que te busques la vida como se te ocurra. Imagínate a un neoliberal, por ejemplo, en operaciones de salvamento, de riesgo, de esfuerzo, de servicio. No quiero ni pensarlo.
martes, 17 de enero de 2012
Superación
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