jueves, 16 de junio de 2011

Quizás nadie las quiere




Hoy vi por los pasillos a una alumna de cursos pasados que difundía una intensa luz por los ojos. Me dijo:
"Profe, he sacado un siete y medio en -no sé en qué me dijo".
Era tal la alegría que irradiaba que me salió de dentro abrazarla y darle un beso, a lo que ella correspondió entusiasmada. A su lado, una compañera de curso, poco dada al estudio y, por tanto, a las buenas notas, me dijo con mucho interés en que yo me enterara.
"Profe, yo también he aprobado".
Le di también a ella un beso y un abrazo y aproveché para decirles que eso es lo que les pasa a los buenos, que cuando estudian, sacan buenas notas.

Me quedé, después de esto, con una sensación que me resultó algo trágica, porque quiero a estas alumnas, a estas personas. Me pareció que, salvo los tonteos que puedan tener con sus amiguetes, nadie abraza, nadie besa, a estas alumnas. Que quizás nadie, en su vida normal, las quiere.

miércoles, 15 de junio de 2011

¿Dónde se esconde el veneno?




El veneno, además de letal, es innoble, porque le gusta siempre esconderse. Unas veces lo hace detrás de la belleza de unas flores o de una hojas. Otras, detrás de la formas sorprendentes de un insecto, de un reptil. Otras, detrás de las palabras de un político que vive lejos del pueblo.

Nos preocupamos poco por saber dónde está escondido el veneno.

martes, 14 de junio de 2011

Sería fantástico

Homenaje a Joan Manuel Serrat, doctor honoris causa por la Universitat Pompeu Fabra.


Cuando te hablo, te invento




Estoy seguro de que tienes muchos amigos en Internet que te han agregado y que te comunicas con ellos y con otras personas de forma virtual. Es posible que a muchos de ellos no los hayas visto nunca en persona, que no sepas cómo son sus sonrisas, ni la textura de sus voces, ni sus estaturas, ni el aire de sus miradas, ni la gracia que expresan al andar ni el mundo que crean sus manos. Probablemente sepas más de sus ideas que de sus aspectos físicos. Y, sin embargo, hablas siempre con un que tiene ojos, manos, cara, boca y un cuerpo con el que se comunica, además de hacerlo con las ideas de su mente.

Cuando un yo habla con un en el mundo real, el es un conjunto complejo de elementos, todos los cuales intervienen en la comunicación que tiene lugar contigo. "Por qué me miras así?" "¿Qué quiere decir esa sonrisa?" "¿Estás nervioso?" "No paras de mover las piernas" "Se te han saltado las lágrimas" ... Nada de esto tiene por qué aparecer en la comunicación virtual.

¿Qué edad tiene el ? ¿Es simpático el ? ¿Tiene alguna manía? ¿Es sensible a algunos temas, a algunas actitudes? ¿Le parecerá bien que le mande un beso o un abrazo? A veces le mando un beso con cariño o, incluso, le digo que lo/la quiero, pero ¿cómo le sentará?

¿Quién eres , que eres mi interlocutor/a virtual?. Creo que en realidad eres un invento mío. , realmente, eres , pero yo, cuando te considero como un virtual, sé más bien poco de ti. Ignoro tu físico, pero yo no puedo hablarle a un ángel, ese invento medieval que era un ser con forma, pero sin materia (!!?? Aaahhh) Necesito imaginarme cómo eres para no hablarle a la nada. Las fotos dicen algo, pero reconocerás que dicen bien poco.

Es más. En la imagen que yo tengo de ti, además de los datos de los que yo haya podido tener noticia, como tu cara, parte de tu aspecto, quizás tu profesión o puede que tus aficiones, además de eso interviene otro asunto importante. Y es que, como sé poco de ti, entonces te imagino, no tanto como eres, sino como me gustaría a mí que fueras en el momento en el que me pongo en comunicación contigo. Así, si estoy triste, te imagino receptivo/a, escuchante, con una disposición para echarme una mano. Y, sin embargo, es posible que tú estés en realidad más triste que yo. Y si, por el contrario, estoy alegre, cuento con que tú lo estés también, cosa que será cierta o no.

Lo cual me dice que es una aventura sentarse delante del teclado y hablar contigo, porque lo mismo conecto con quien eres, que lo hago con quien me gustaría que fueras, o con quien necesitaría que fueras, o con quien creo que eres, o con quien has procurado que crea yo que eres, o con ninguno de estos.

Estoy convencido de que cada vez que hablo contigo, te invento. Pero también lo estoy de algo que me dijo hace tiempo una amiga muy practicante de la comunicación virtual: Internet puede sacar de nosotros lo mejor que llevamos dentro. Esto no es ningún dogma, porque siempre hay gente para todo, pero, por lo que he observado en los otros y en mí, suele ser así.

Y otra cosa. Lo que me pasa a mí contigo, también te pasa a ti conmigo. Por consiguiente, debe de haber un montón de yos por ahí, uno en cada una de las mentes de mis amigos y amigas virtuales, y todos ellos inventados por cada uno de mis interlocutores. O sea, muchos yos y muchos tús , como para ponerse a simplificar y a juzgar a la ligera.

Ah, no te lo he dicho antes. En la vida real pasa también algo parecido, no creas que esto sólo pasa en Internet.  

lunes, 13 de junio de 2011

Periódicos / 3



Lo sepamos o no, todos somos consecuentes con nuestros valores. Según sean nuestros valores, así pensaremos, así escribiremos, así actuaremos, así viviremos. Un buen ejercicio es tomar unos cuantos periódicos y descubrir los valores que se encuentran en su base ideológica.

viernes, 10 de junio de 2011

Periódicos / 2





Un periódico es bueno cuando no se sabe lo que va a decir antes de leerlo.

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Hay lectores que se acercan a los periódicos buscando la novedad, la idea interesante, el punto de vista que aclare, el análisis crítico de lo que ocurre. Otros lectores se acercan para encontrar más de lo mismo y dar así alimento a sus pasiones.

jueves, 9 de junio de 2011

Periódicos / 1


Hay periódicos que atentan contra la salud mental de sus lectores.

Algunos escribidores en periódicos creen firmemente que los culpables de lo que ocurre son siempre los débiles, los pobres, los necesitados. Su forma de decirlo, lógicamente, no es nunca directa, sino que insisten en alabar a los poderosos, a los ricos, a los que no necesitan nada, dejando así en evidencia a los otros. Los más incautos no se enteran de este rodeo y por eso los leen, los aplauden y los votan.

miércoles, 8 de junio de 2011

Soluciones únicas




Los más ignorantes suelen ser los más ineptos. Los más ineptos suelen ser los que proponen sus soluciones como las únicas posibles. Suele ser gente peligrosa.