lunes, 28 de marzo de 2011

Lo viejo y lo nuevo



Lo nuevo sale de lo viejo. Lo viejo tiene que haber sido de tal manera que haya podido permitir la aparición de lo nuevo. Sólo así podrán coexistir lo viejo y lo nuevo. Si lo viejo es cerrado, absoluto, totalitario y se considera como lo único posible, entonces lo nuevo tendrá que ir contra lo viejo e impedir su existencia. Lo nuevo, por su parte, no debe ser viejo y debe ser consciente de que debe evolucionar, de que va a evolucionar, lo quiera o no.

Lo viejo se puede crear como si fuera nuevo, sabiendo que con ello se engaña o sin saberlo. Es la consecuencia peligrosa de la ignorancia o del interés oculto.

El arte de vivir está, por una parte, en no dejarse engañar por quienes están confundidos con lo nuevo viejo y con lo viejo nuevo o por quienes confundirte y paralizarte. Y por otra, y sobre todo, en estar atento y no dejar de oír la melodía de la evolución, del cambio, del progreso, en no ser nunca viejo, en  estar siempre haciéndose nuevo.

viernes, 25 de marzo de 2011

Números




Los miras desde el principio y los números de la vida te resultan siempre excesivamente grandes. Los miras desde el final y te parecen excesivamente escasos. Los números parecen siempre excesivos. No sé si es mejor no mirarlos.

jueves, 24 de marzo de 2011

Carne antropomorfa




Era sordo. Pasaba por una persona normal, tenía títulos y los papeles decían otra cosa, pero no entendía nada. Era un pedazo de carne antropomorfa, insensible, inútil, absurda. Decía que prefería quedarse ciego a impotente. Nadie le quería. Si te dijera a qué se dedicaba, te quedarías de piedra.


miércoles, 23 de marzo de 2011

La línea




El mundo de lo humano y el de lo que no lo es están separados por una línea invisible para algunos.

martes, 22 de marzo de 2011

lunes, 21 de marzo de 2011

Échate a volar



Ponte delante del espejo y verás que tienes alas en el alma. Son para volar, pero no sabes volar. No importa. Puedes volar. Si quieres, puedes volar. Si de verdad quieres volar, puedes volar. No importa que te caigas, porque te levantarás. No crecerás si no echas a volar. No llegarás arriba si no te atreves a volar. Atrévete. Una vez arriba, los primeros aleteos te costarán un poco, pero te acostumbrarás enseguida y la recompensa será enorme. Es más difícil querer volar que volar. Decídete. Échate a volar. Necesitamos que te eches a volar.