Conviene
mirar el segundo plano de los grandes artistas, donde suele haber
grandes músicos, como el barcelonés DAVID PALAU, un gran
instrumentista, que ha acompañado a multitud de artistas, un gran
profesional, productor de más de cien discos.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
lunes, 11 de septiembre de 2017
domingo, 10 de septiembre de 2017
Buenos días. Admirar
Siempre hay algo o alguien a quien
admirar. Siempre. Y si no encuentras nada, es que no buscas bien.
Buenos días.
sábado, 9 de septiembre de 2017
Buenas noches. Lo que veo / y 3
Si a esta sobrevaloración de los
sentimientos, en detrimento de una razón que analice la realidad y
que nos dé argumentos para explicarnos lo que ocurre, le añadimos
el lema que con tanto éxito ha instaurado entre nosotros el
neoliberalismo dominante, eso de que 'Todo vale', la mezcla
resultante es tremendamente eficaz para desintegrar una sociedad que
pueda resultar humana e ilusionante.
Te sugiero que analices desde este
punto de vista cualquiera de los fenómenos que ocurren en el
panorama político mundial y español. Intenta leer buena prensa y
escuchar buena radio, a ver si encuentras alguna 'razón' que
explique cualquiera de las medidas que está tomando Trump. Haz lo
mismo con King John-un, o con las medidas económicas restrictivas
tomadas en España y en otros países y sus terribles resultados, o
con las medidas que toman por su cuenta Rajoy y los de su cuerda, o
con los sucesivos y ruborizantes apoyos de ciertos votantes a
partidos políticos podridos por la corrupción hasta las trancas, o
con las inauditas actuaciones de ciertos independentistas en
Cataluña, o con cualquier fenómeno que se te ocurra. Yo no veo
racionalidad por ninguna parte y sí observo, en cambio, una
exaltación de sentimientos, de apetitos, de deseos o hasta de
obsesiones. Y como nadie entre nosotros se preocupa de que pensemos,
de que analicemos y de que argumentemos racionalmente nada, tendemos
a reproducir lo que vemos y nos vamos dejando llevar poco a poco por
nuestras apetencias, por lo que sentimos o por lo que vemos, sin que
preguntas como ¿por qué? ¿cómo? ¿está justificado? ¿qué
consecuencias tendrá? o ¿y después qué? nos aparezcan en la mente
y nos empujen a intentar contestarlas.
Fíjate, si te parece, en el estilo que
muestran los grandes espacios de la televisión, en el papel que
ocupan en la sociedad el fútbol y los deportes mayoritarios, en la
evolución de los planes de estudios, de los que desaparece cualquier
materia que nos invite a pensar. Quieren exaltar nuestros
sentimientos, quieren que suframos, que nos emocionemos, que nuestros
apetitos estén siempre alerta, que situemos la apariencia sensible
por encima de cualquier otro criterio, pero no quieren que pensemos,
no sea que nos empecemos a explicar lo que ocurre y algún día
intentemos cambiar de verdad el mundo. Son malos tiempos estos para
el ser humano y para la racionalidad.
Buenas noches.
viernes, 8 de septiembre de 2017
Buenas noches. Lo que veo / 2
Decíamos ayer que la razón, que
aporta argumentos, está en horas bajas y que, en cambio, importan
más, a la hora de conocer y de actuar, otras instancias, como los
sentimientos, las emociones, los deseos o las apetencias.
Recordaba yo esto hace algún tiempo
cuando observaba la reacción más frecuente en nuestra sociedad
cuando se da un lamentable caso de violencia de género.
Afortunadamente sigue habiendo entre nosotros algo de sensibilidad
para condenar estos casos y para situarnos en contra de maltratos,
asesinatos y demás actos inhumanos derivados del machismo que tiñe
las estructuras de nuestra convivencia. Y digo 'algo' de sensibilidad
porque las reacciones suelen ser tibias, nada multitudinarias y como
si a la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas no les afectara
demasiado la cuestión.
Lo que no entiendo es el criterio que
se sigue cuando se juzgan estos actos y cuando se reacciona frente a
ellos. La solidaridad con las víctimas y el lamento público por
estos hechos me parecen muy importantes, pero creo que lo sería aún
más si insistiéramos con fuerza en la condena del machista que
realiza estos actos violentos, que explicáramos a la sociedad por
qué no se debe actuar así, que analizáramos los indicios que
barruntan la existencia de un machista cerca de nosotros y que cada
vez que se emite una sentencia que condene a un machista, se dé a
conocer y se divulgue el nombre del individuo que ha actuado de
manera tan brutal. Me parece que en nuestra manera actual de
reaccionar hay una maniobra muy peligrosa y que, en el fondo, le hace
el juego a los machistas. Se trata de un incomprensible cambio de
protagonismo. Quien verdaderamente causa un acto de violencia de
género, quien debe ser señalado por la sociedad y quien merece que
concentre nuestra repulsa y nuestra crítica es el machista. Él es
el protagonista. Pero, en lugar de esto, se le da absurdamente el
protagonismo a las víctimas, se publican sus nombres, nos lamentamos
por su desgracia, nos solidarizamos con ellas, damos rienda suelta a
nuestros sentimientos de compasión, rabia, miedo o ira y seguimos
dejando sin explicar racionalmente qué es lo que ha ocurrido, qué
cuidados hay que tener con ciertos hombres y qué es lo que puede
mover a estos a actuar como lo hacen. Me imagino a los machistas
contemplando orgullosos el espectáculo, sintiéndose cada vez más
fuertes, porque nadie lucha eficazmente contra ellos y porque todos
desviamos la mirada, y sin entender nada de por qué ni sus
comportamientos ni sus ideas pueden calificarse como humanos.
El resumen de la situación me parece
que es algo así como que lo sentimos mucho, que lloramos mucho la
desgracia, pero que no analizamos nada y que luego nos vamos
olvidando pronto del caso, porque el mundo va a toda velocidad y en
seguida aparece una novedad que nos llama más la atención.
Engrandecemos sentimentalmente a las víctimas y nos centramos en
ellas, con lo que el machista queda a salvo de cualquier crítica.
Pero con mucho sentimiento y con poca racionalidad no creo que
podamos establecer una estrategia eficaz en la lucha contra el
machismo, que es lo que en la realidad está ocurriendo.
Buenas noches.
Buenos días. Suma
El mundo es la suma de los pequeños
mundos que vamos construyendo cada uno de nosotros todos los días.
Buenos días.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)