El problema fundamental de la vida es un problema ético.
¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano?
¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
La mentira nos amenaza por todos los
rincones. Hay mentira en las calles, en las informaciones, en la
televisión, en los vestidos, en el maquillaje, en lo que se vende,
en la política, en las religiones, en las declaraciones, en las
palabras, en las interpretaciones, en el arte. La mentira, como un
dios de nuestro tiempo, está en todas partes.
El canto en un coro nos enseña a crear en conjunto, a poner la individualidad en contacto con la de los demás, a guardar un respetuoso silencio mientras los demás están ensayando, a escuchar cantar a los otros mientras estamos cantando nosotros, a no juzgar la actuación de los compañeros, a concentrarnos en un trabajo y a permitir que los demás se concentren también, a procurar que el resultado final sea un producto común y no el fruto de intervenciones individuales, a disfrutar con una actividad colectiva, a gozar de una forma peculiar de la belleza, a descubrir la armonía como una forma de estar en el mundo, a ser tolerante con los fallos propios y con los ajenos, a adecuar nuestra actuación al ritmo conveniente en cada caso, a considerar y a respetar la función y la persona del director como una figura indispensable en un proceso creativo. Cantar en un coro es como vivir. Buenas noches.
Hace un par de años puse en este blog este mismo texto. Lo vuelvo a publicar por si te sirve para reflexionar y para opinar sobre lo que dice.
Hay 4 aspectos muy importantes en el amor.
1. Concebirlo. Hay que tener una idea más o menos clara de en qué consiste amar, querer a una persona. El amor es fundamentalmente una actitud racional, un plan pensado para ayudar a vivir a otra persona y que afecta a cuestiones muy concretas de su vida real. Los embobamientos, las tetas impresionantes, las chocheras, las risas y los aprovechamientos puede que tengan que ver con el amor, pero muy de lejos.
2. Sentirlo. Además de su dimensión racional, el amor tiene otra muy importante, la emocional. Es la que hace que queramos estar con la persona amada, que sintamos atracción hacia ella y que estemos a gusto en su presencia. Pero que exista sólo esta dimensión es peligrosísimo y suicida. Las emociones por sí solas no te hacen vivir humanamente, sino sólo estar a gusto (cuando se está a gusto) o a disgusto (que es como se suele terminar, si no hay una actitud racional que justifique la vida que se lleva).
3. Expresarlo. El amor, tanto el que se le tiene a una pareja como el que se tiene a cualquier persona, hay que expresarlo. Somos personas y lo propio de las personas son las palabras. Cuando regalamos algo o cuando elaboramos un plato con cariño, aunque no lo hagamos para ser correspondidos, lo normal es que nos digan si ha gustado o no. Lo mismo ocurre con el amor, cuando lo expresamos, nos sentimos bien y la otra persona se siente querida, aunque sólo sea de palabra. No veo ninguna razón por la que haya que callarse estos asuntos.
4. Hacerlo. No me refiero a lo que se suele denominar 'hacer el amor'. Eso es sexo, que puede hacerse con amor y sin él. Me refiero a que el amor no es una situación estática. No es una especie de 'Te quiero y ya está'. El amor hay que construirlo cada día, con detalles, con decisiones, con palabras, con risas, con ternura, con sexo, con alegría y con lágrimas. Cada momento que pase y cada situación que vivamos deben ser ocasiones para que construyamos el amor. Si no se construye el amor, no existe.